Yse allegó el día de san Antonio conspirando en silencio en una mañana llena de belleza que desde el mirador del Hacho se columbraba el Estrecho en una cenefa azul que copiaban a los cielos, y se extendía a levante por los montes malagueños; y, a poniente por la punta más al sur de Europa que acaba en la isla de Tarifa…
Todo es azul, azul, azul… El horizonte del mar; la infinitud de los cielos; y, hasta el alma de los romeros que suben la empinada cuesta desde el valle del parque de san Amaro hasta las alturas de la ermita de san Antonio donde se cobija el santo…
Los romeros se han ido congregando en la explanada delante de la ermita para asistir a la celebración de la Santa Misa que ha dado comienzo a las 12h. del mediodía. Es una celebración sencilla de fervor romero, donde prestando sus formidables voces interviene en la liturgia el «Coro de la Real Hermandad del Rocío de Ceuta». Y, donde asisten como autoridades representativas el deán de la Catedral: Francisco Jesús Fernández Alcedo; y el alcalde de la ciudad: Juan Vivas.
Terminada la Eucaristía, las campanas se lanzan al vuelo y todo es un repicar de vueltas y más vueltas del bronce donde todo se colma del sonido metálico, que reverbera y deja sus ecos por todo el pinar allende las aguas inalcanzables y profundas del Estrecho…
Y, por fin sale el Santo, y los primeros ¡vivas! a san Antonio ya se anuncian entre el gentío allí congregado. Y, tuerce a la izquierda el paso y sube la cuesta con los devotos romeros siguiendo sus huellas. Y, nosotros, también devotos de san Antonio -como no podía ser menos- vamos tras Él…
Y, llegado a un punto al final de la cuesta, próximo a aquel famoso Mesón «Serafín» y la no menos famosa discoteca de «La Cueva»; y el restaurante de sabrosa comida árabe, «El Oasis», da término el recorrido procesional, y retorna paso a paso el Santo y su comitiva peregrina…
En llegando San Antonio a la puerta de la ermita, repican de nuevo las campanas y todo son aplausos y ¡Vivas! al franciscano de origen portugués, que ha hecho del 13 de junio una fiesta emblemática en nuestra ciudad per sécula seculorum…
Terminado los oficios religiosos, la «Cofradía de San Antonio del Monte Hacho de Ceuta» nos ofrece una verbena “pa disfrutá” a tuti plen” de una orquesta pa “canta y baila” lo que dispongamos; y aderezada con un plato de rica paella que nosotros -por nuestra cuenta- ya nos encargamos de regar con un par de cerveza fresca…
Y, los romeros allí congregados no se cansan de bailar… Y, tras un baile, viene otro, y otro, y otro… Y, hasta tuvimos la fortuna de hacernos llegar un «pasodoble español», que desde luego bailamos así nos costara la vida… Y, punto final al filo de las seis de la tarde que cantara el segundo grupo. Ah, que ya se me olvidaba citar la entrega del «pan», que todos los romeros se pasaban a recoger como una bendición que el santo desde los cielos nos mandara como una suerte de atávica reliquia salvífica que nos guardara todo el devenir del año… Y, menos mal que sólo fueron dos grupos, porque si hubieran venido alguno más, todavía estaríamos bailando alguna que otra canción…
Desde estos párrafos agradecemos a la Cofradía de San Antonio, el haber hecho posible esta romería tan magnífica y entrañable donde congregó a tantos ceutíes para ofrecer una oración; y, al mismo tiempo tener un preciado tiempo para la fiesta y lo lúdico con una plato de rica paella y otro rato para oír música y pegarse un baile…
Queda dicho, mi querido Carlos Orozco -al que veo casi todos los años en mi obligada visita a la ermita, te prometo, claro, si Dios lo permite, que el año que viene y a la misma hora y en el mismo sitio -como dice la canción- estaremos con vosotros y con el Santo…
Ahí os dejo unos versos “pa” las mozas que suben a San Antonio a buscar novio, que por los visto ahora andan algo escasos; sin embargo, es nuestra tradición desde tiempo inmemorial…
VIENEN LAS MOZAS
CANTANDO…
«Mi novio no viene,
no quiere venir,
ni por la sierras altas,
ni por la mar blanca.»
Por la carrera de San Amaro
vienen las mozas cantando:
coplas de mal amores,
canciones de enamorados.
Ya suben por las peñas,
por los pinos dorados,
a la puerta de la ermita
San Antonio orando.
Y, al santo le rezan:
un Credo de carrerillas,
cinco Padrenuestros
y tres sentidos Avemarías.
Y, una le pide consuelo,
otra que le escriba el novio,
y la más pequeña le dice:
¡Ay, amor, sólo deseo!
Por la carrera de San Amaro
vienen las mozas cantando:
coplas de mal amores,
canciones de enamorados.
Ceuta, a 13 de junio de 2022
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