Probablemente nunca tendré un Rolls Royce, ni estudiaré en Harvard ni vestiré de Gucci, tampoco podré pagar los mejores hoteles del mundo y nunca comí en el Bulli cuando existía. Puede parecer que no es una necesidad e incluso podemos creer que su existencia sólo es interesante para algunos que se lo pueden permitir. Pero la verdad es que todos necesitamos su existencia y la de otras muchas marcas y productos que nunca podremos catar. Estas marcas son sinónimos del “Bien hacer”, todas ellas son famosas porque son “los mejores”, han adquirido el máximo nivel de excelencia. Para ello ha sido necesario todo un sistema económico “El Capitalismo”, que permite que la excelencia sea premiada y reconocida.
Por supuesto todos podemos desplazarnos en nuestro utilitario, podemos vestir con ropa de 20 euros y podemos ir a la pensión “Juani” que está limpia y son muy amables, podemos comer un menú de 8 euros en “Casa Pepe” y seguiremos siendo Felices, pero lo somos porque existen los otros los inalcanzables, porque en realidad dentro de nuestro sistema económico puede ocurrir que alguna vez, por una idea bien llevada a cabo, por suerte o por una buena sociedad, algún día podría permitirme alguno de los lujos que nos ofrece la sociedad capitalista, incluso aunque no nos atraiga esta posibilidad, saber que existe un coche con salpicadero de madera, un motor fuera de lo normal etc. etc. Es decir las cosas bien hechas nos gustan a todos.
Lo que nos parecería insufrible, sería un mundo donde todo fueran utilitarios, donde todos los restaurantes fueran “Casa Pepe” y donde los hoteles fueran “Pensión Juani”. Además con la certeza más absoluta de que nunca habrá nada mejor, porque un sistema económico lo impediría. Ya lo hemos vivido, ya sabemos lo que son, ya sabemos como funcionan, ya ha pasado y en algunos sitios sigue pasando.
La aspiración de que todos estudien, todos tengan sanidad gratis, todos tengan una vivienda, todos tengan un transporte, todos tengan ropa con la que vestirse y puedan gozar de unas vacaciones también gratis, es el sueño con el que los votantes de “Podemos” van a votar. Todos ellos creen innecesarios los lujos y las grandes marcas, ¿Pero de verdad son innecesarios? Para nada.
Cuando algo existe en nuestra sociedad es porque hay una necesidad, nunca al revés. No se crean las necesidades, las necesidades se cubren. Todos necesitamos soñar con algo mejor, con ser mejores nosotros y vivir mejor, nosotros y los nuestros. Pero cuando alguna meta se hace inalcanzable, inexistente porque los gobernantes lo impiden, nuestra vida es gris, triste y sin grandes metas. En estas condiciones y sin posibilidad de salir de ello, lo mas probable es que le dé por la bebida, o por las drogas o directamente por acabar con todo de una vez. También le puede ocurrir con el sistema capitalista, pero en esta hay elección, en el otro no.
En una sociedad sin premios para el trabajo bien hecho, aunque haya sanidad privada para todos, la calidad de esta será cada vez más baja, la educación quedará obsoleta rápidamente, la desilusión de la ciudadanía irá en aumento y acabará con una revolución para acabar con todo ello.
La propiedad privada es y será la base de nuestra libertad, de nuestro progreso y el acceso a ella para todos y cada uno de los ciudadanos nos hará alcanzar las máximas cotas de excelencia y felicidad. Las diferencias, sin desaparecer, no deben desaparecer, podrán irse reduciendo, de hecho, las sociedades más igualitarias son las capitalistas.
No se avergüence de querer, de soñar con algún lujo, no es incompatible ni con la solidaridad, ni con mayores cotas de igualdad, pero no igualdad a cualquier precio, la igualdad en la excelencia, la igualdad por arriba no igualdad triste, igualdad por abajo, la igualdad de la miseria. Miseria para todos no es igualdad.
Piensen en todo esto cuando vayan a depositar su voto y no se dejen engañar por buenas caras, por oratorias fáciles, por mensajes que siempre resaltan las zonas obscuras de nuestra sociedad, pero que nunca son capaces de defender con argumentos su estilo de sociedad, porque su forma de gobierno es la miseria para todos. Todos iguales en la miseria.