De Pink Floyd y Queen al gran Bach, que bien pudo ser un auténtico rockero del siglo XVII. Estilos tan diferentes y tan similares, sonidos que saltan y brotan de una época a otra y que no son tan diferentes. Porque el sentir que crea este arte en el público es atemporal. Un viaje en el que este viernes se embarcó el Revellín a través del proyecto musical del pianista ceutí Eduardo Hernández, la Ceuta International Symphony Orchestra (CISO) que debutó por segunda vez en la ciudad a través de un programa dibujado exclusivamente para instrumentos de cuerda.
Hernández diseñó para la ocasión el programa denominado Culturas CISO Strings, como forma de acercar el sonido sinfónico a nuevos públicos. Fruto de ello es la mezcla que se respiró este viernes en el Auditorio, donde se conjugaron, entre otras, obras de Johann Sebastian Bach, al mismo tiempo que magníficos arreglos de Star Wars, Queen, la obra Badawiyya del compositor marroquí Nabil Benabdeljalil, Shalom aleichem o Rov Feidman de Béla Kóvacs.
Nuevamente la orquesta estuvo liderada desde el podio por la directora Irene Gómez Calado, uno de los talentos más sobresalientes de la dirección de orquesta a nivel nacional. A la lista de atractivos de esta nueva actividad se sumó el fagotista Pedro Antonio Pérez Méndez, que ya cautivó al público ceutí durante el pasado mes de septiembre y que fue uno de los protagonistas de este concierto con obras de Béla Kovács y Pink Floyd.
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