La inseguridad no cesa en Ceuta y hay quienes aprovechan el toque de queda para cometer
robos, invadiendo la propiedad ajena. Así ha ocurrido la pasada madrugada en el establecimiento de Lili ubicado en la calle Real, en donde consiguió entrar un joven apropiándose de lo ajeno y causando un grave perjuicio a su propietaria. Unos trabajan, otros roban. Es la cadena que siempre se rompe perjudicando a unos y beneficiando a otros. El ladrón, cuya actuación ha sido grabada por las cámaras de seguridad del local, accedió al interior del establecimiento con un gorro en la cabeza y tapando buena parte de su rostro con la mascarilla. La protección que cualquiera usa ante el
coronavirus pero que en este caso sirve además de camuflaje. Es ahora misión de las fuerzas de seguridad para intentar dar con el ladrón. Está pillado en el momento de su acción delictiva gracias al circuito de seguridad del local. Cualquier ayuda ciudadana para dar con el implicado buena es, al objeto de resolver este robo con fuerza. Uno más de los que se producen mientras la ciudad duerme, burlando además las normas restrictivas de movilidad y, por supuesto, el toque de queda. Los amigos de lo ajeno aprovechan también estas circunstancias para delinquir, como también sucede con aquellos que estando en busca y captura salen a la calle tapados con mascarilla precisamente para intentar burlar así la seguridad, detalle este sobre el que ya ha advertido la Policía. Las noches registran no solo prácticas de robo sino también quemas de coches y contenedores. Es la lacra de un vandalismo y de una inseguridad que persiste en Ceuta. En el caso del comercio perjudicado, con la presentación de la oportuna denuncia, se activan los protocolos para intentar dar con el autor y presentarlo ante la autoridad judicial. Cualquier persona que pueda reconocer al implicado ayudará a resolver el caso.