La
autoridad judicial ha ordenado la entrada en
prisión provisional del
conductor del vehículo detenido en Ceuta por la Guardia Civil tras saltarse un control y pretender su huida porque ocultaba hachís del que se había apropiado aprovechando el descontrol por la continua entrada de
bultos. Unos bultos que el temporal iba arrastrando a diferentes playas. Tras ser presentado esta misma mañana en el Palacio de Justicia, se ha dictado auto de entrada en prisión provisional a la espera de juicio, por delito contra la salud pública y atentado. Él es el protagonista del vídeo que terminó haciéndose viral, cuando un componente de la Guardia Civil le detuvo después de chocar contra el coche oficial tras saltarse un alto, todo ello porque pretendía escapar con la droga que cargaba. Algo que aprovechó otra persona distinta, no detenida, para intentar hacerse con el bulto y llevárselo a la carrera, objetivo que no logró ya que uno de los componentes del Instituto Armado se dio cuenta y tuvo que arrojarlo al suelo para evitar ser interceptado. Hay más resoluciones judiciales que se han adoptado esta misma mañana en relación a los robos de droga ocurridos ayer, según las informaciones judiciales a las que ha tenido acceso El Faro de Ceuta.
Un menor con otro bulto de droga, a Punta Blanca
Así, se ha ordenado el internamiento como medida cautelar en el reformatorio de Punta Blanca de un menor de edad que también fue sorprendido con un bulto de hachís en su poder. Fue interceptado por la Guardia Civil y tras ser presentado en las dependencias judiciales se ha ordenado su ingreso en el centro de Calamocarro por incurrir en un delito contra la salud pública del que deberá responder cuando sea juicio oral. Se le detuvo con la droga, tras haberse acercado a las zonas de costa a donde el mar estaba llevando paquetes de hachís de manera constante, formando una auténtica marea de narcóticos.
Dos jóvenes, en libertad al no probarse su relación con un fardo de 30 kilos
Suerte dispar han tenido dos jóvenes, adultos, que fueron detenidos por la Policía Local escondidos en una zona de cañaverales en el Recinto. Estaban mojados y se presumía su relación con un bulto de 30 kilos de droga que fue encontrado cerca de ellos. En este caso han quedado en libertad y se ha dictado sobreseimiento al no haberse probado una vinculación más clara entre ambos y el fardo. Esa misma Policía Local que los detuvo recogió otros dos bultos más, un total de 90 kilos que entregó en las dependencias de la Jefatura Superior. La totalidad de lo recogido ayer sumaba casi los mil kilos de esta droga, y este sábado continuaban los rastreos al sopesarse la aparición de más mercancía.
Con trajes de neopreno, huyendo; otros rajando bultos para llevarse pastillas
Y en estos casos son los detenidos y presentados ante la autoridad judicial, pero hubo sospechosos a los que no se pudo dar alcance. Como fue un joven enfundado en traje de neopreno que escapó de la Policía en las inmediaciones de Fuente Caballos, después de arrojar una pastilla de hachís y un cuchillo que había usado para abrir uno de los paquetes. O también los casos protagonizados por grupos que se aproximaban a la playa para intentar cargar fardos o romperlos para coger pastillas y llevárselas en mochilas y a la carrera. Las fuerzas de seguridad tuvieron que desdoblar su trabajo: por un lado recoger hasta bien entrada la noche los paquetes y, por otro, despejar las zonas a donde llegaban coches cargados de personas que podían ser meros curiosos del espectáculo o amigos de lo ajeno para apropiarse de la mercancía y hacer con ella negocio. No eran casos aislados, más bien al contrario, fue un auténtico ir y venir de personas movidos por ese único fin.