Una llamada de teléfono de uno de los vecinos de Loma Colmenar dio aviso al responsable del Banco de Alimentos del robo del local donde almacenaban los productos. Acto seguido, Pedro Mariscal dio aviso a la Policía que se personó de manera inmediata. Los ladrones ya se habían ido. Según las informaciones recibidas, Mariscal explica que a las 16:00 horas los vecinos que le avisaron comenzaron a escuchar golpes para abrir la puerta. “No sólo se llevaron comida, sino herramientas que se utilizaban par el traslado de alimentos con los palés y también sustrajeron el grupo electrógeno. Ahora ni siquiera tenemos luz”, lamentan desde el Banco de Alimentos, que respiran aliviados porque “la mayoría de los productos estaban empaquetados y etiquetados como procedentes de la Unión Europea por lo q ue no podían trasladarlos por el peso y aún así no eran aptos para la venta”, explican. Se han llevado, eso sí, azúcar y aceite “y menos mal que no hemos trasladado aún los 1.600 kilos que conseguimos con la ‘Operación Kilo’ que hicimos este fin de semana en el Eroski porque entonces al no tener etiquetado y no estar empaquetado, lo hubieran podido sustraer y vender luego facilmente”. Pendientes de una nueva concesión de alimentos que llegará de manera inminente dicen que “teníamos casi todo repartido, pero lo peor sin duda es que nos hemos quedado sin luz”. Aseguran que el local no reúne condiciones ni de seguridad, ni de ubicación. “Hemos estado callados porque lo necesitamos pero no se puede utilizar como almacén”, apuntan recordando que “aunque se ponga una puerta blindada la roban”. Mariscal advirtió en su día de un primer intento de robo. Ahora el intento ha frutificado. La solución de momento es, a plazo inmediato, colocar una puerta, pero a corto plazo es necesario “un local más adecuado en la zona portuaria”.