Con la
mala noticia de haber sido víctima de un
robo ocurrido durante la noche en su puesto de salazones ubicado en la explanada
Juan XXIII, comenzó la jornada este miércoles para José Antonio González, propietario de la volaera La Pesquera y vicepresidente de la Asociación de Salazones de Ceuta que agrupa a quienes allí trabajan. José Antonio González, propietario de la volaera robada, explicó a FaroTV lo ocurrido: “Esta mañana, sobre las seis y media de la mañana, he venido aquí a mi volaera para coger unos capachos para traer unos volaores y me he encontrado con la puerta forzada”, detalla afectado.
A pesar de que cuatro de los propietarios de las volaeras duermen en sus puestos de trabajo por miedo a ser robados, nadie se ha dado cuenta de nada debido al ruido producido por la música a todo volumen que escuchan quienes acuden a la explanada casi todas las noches a hacer botellón, según denuncian los comerciantes establecidos en este lugar. “No se ha dado cuenta nadie porque se ponen vehículos aquí pegados con mucha música muy fuerte, a tope, y mientras estaban con la musiquita ahí lo que me han metido es una cuña en la puerta y me han roto las bisagras”, detalló el vicepresidente de la Asociación de Salazones de Ceuta.
Al darse cuenta de la situación, González ha llamado a la Policía, pero afirma tener pocas esperanzas de que sirva de algo por cuanto hace cuatro años vivió una situación similar y nunca recibió ninguna notificación de que el robo fuera resuelto.
La problemática de los botellones y el ‘botín’ robado
De la volaera de José Antonio González se han llevado un número no determinado de kilos de pescado en salazón de algunos pedidos de clientes que suman algunos cientos de euros, así como dos máquinas de envasar, el dinero de caja y hasta unos zapatos tipo tenis, además de los destrozos causados en la puerta hechos por los ladrones para poder entrar. Sobre los botellones que se realizan en la explanada con mucha frecuencia, el trabajador señala que “es una vergüenza cómo estamos aquí porque esto por la noche es un hervidero, hacen lo que quieren, todo lleno de mierda, cuando vienen los de Trace se echan dos horas barriendo una explanada de doscientos metros por la porquería que tiran”. Para finalizar, el vicepresidente de la Asociación de Salazones hace una llamada a la Ciudad para que por las noches cierre el acceso a la explanada con cadenas y detenga los botellones, no solo por las molestias y suciedad que generan si no en atención a la situación de emergencia provocada por el coronavirus.