La doctora en Filología y asesora del Centro de Profesores y Recursos de Ceuta (CPR) Verónica Rivera sumó ayer su voz a las del director del Centros de Estudios Interculturales y de Lenguas Aplicadas de la Universidad París-Diderot, Jean-Michel Benayoun, y a Alain Wallon, de la Comisión Europea
en la primera jornada del II Coloquio Internacional ‘Políticas lingüísticas y lenguas autóctonas de enseñanza en la Europa de los 27’. Todos ellos coincidieron en que "más allá de lo político, la Universidad y la investigación lingüística en general, debe estar en la vanguardia de las cuestiones académicas, describiendo situaciones lingüísticas independientemente de su repercusión política"
La experta ceutí aprovechó la cita para exponer su ‘Propuesta de una política lingüística acorde con la realidad plurilingüe ceutí’, marco en el que defendió también la idoneidad de Ceuta para acoger la creación de un Observatorio del Plurilingüismo, propuesta que fue acogida “con entusiasmo” por el foro de especialistas congregado en la capital gala. “Wallon ha sido el primero en opinar que Ceuta debería tener una referencia de estudios rigurosos sobre el árabe y la gestión de la pluralidad lingüística”, se felicitó la ponente.
A juicio de Rivera, aunque la coyuntura económica no sea ni mucho menos la más propicia, “no debemos dejar pasar ninguna oportunidad para aunar voluntades y, en la medida de lo posible, aprovechar las peculiaridades de la ciudad en beneficio de todos, de la comunidad educativa y de la investigación en términos generales”.
“Sólo desde la apreciación de la diversidad como un elemento positivo y enriquecedor”, argumentó Rivera, “podrá generarse una verdadera y necesaria educación inclusiva”. Para caminar en esa dirección, la asesora del CPR ceutí planteó y justificó la necesidad de: 1) darle “presencia y utilización” a todas las lenguas maternas, también al árabe ceutí, en las aulas; 2) “considerar todas las lenguas materas como una riqueza, no como un hándicap o como un problema que impide el progreso académico y social”; 3) “propiciar una enseñanza basada en el aprendizaje dialógico”; y, entre otras propuestas, 4) “elaborar e implementar proyectos lingüísticos de centro en los que estén incluidas todas las lenguas, tanto las del entorno las regladas”.
Wallon, que fue el encargado de presentar a Rivera, se mostró especialmente partidario de impulsar éste último planteamiento, el de la constitución del Observatorio y de buscar la fórmula para introducir el árabe ceutí en la escuela “y dejar la enseñanza del árabe culto en centros escolares ajenos al ámbito religioso para dotar a la lengua materna del prestigio del que carece”.
Una política lingüística “que valore la lengua materna del alumnado”
“Si la lengua materna de nuestro alumnado no se corresponde con la lengua oficial o institucional y no la tenemos presente”, advirtió ayer Verónica Rivera a su auditorio parisino, “estaremos contribuyendo a que existan desigualdades sociales, fragmentación sociolingüística y, consecuentemente al distanciamiento y enfriamiento de las relaciones entre las familias y la escuela”. Así, “teniendo en cuenta el desarrollo de las dinámicas educativas de interculturalidad e inclusión”, defendió la necesidad “tanto del diseño como de la puesta en práctica de una política lingüística que aprecie, haga visible y valore adecuadamente la lengua materna de la mayoría del alumnado, ya que la consideración y gestión de la diversidad lingüística constituye aún una asignatura pendiente en la sociedad de la ciudad autónoma de Ceuta”.