Se acumula el trabajo: pistoleros escondidos que burlan las buscas y capturas en su contra con la connivencia de quienes les esconden en sus casas; cruce de amenazas en una especie de guerra abierta sin cuartel; tiroteos sin esclarecer entre los que se entremezclan algunos incidentes causados de manera premeditada... El ambiente no es nada halagüeño para la
Policía Nacional, a cuyos agentes se les acumula el trabajo ante uno de los picos de inseguridad más evidentes.
La pasada madrugada nuevo episodio de disparos: un joven de 22 años, llamado B.A.M., ingresaba con una
herida de bala en el muslo, sufrida en el Puente Quemadero. Posteriormente fue dado de alta, acudiendo al HUCE para hacerse las curas. La Policía Nacional fue avisada de los hechos cuando el herido se presentó en las dependencias sanitarias. Manejan ya datos sobre la identidad del presunto autor de ese disparo, la misma persona que estaría detrás del episodio del coche acribillado con hasta 7 impactos de bala el día de San Antonio.
Ingesa confirmó a este medio que el paciente había ingresado en torno a las 3.30 horas, para, poco después recibir el alta médica pero teniendo que acudir al
HUCE para una revisión horas después.
Los agentes del CNP abrieron una investigación tras los hechos, llegando a activarse ante la sospecha -que resultó ser falsa- de que el posible autor estuviera en las inmediaciones del Hospital.
Los hechos que se mantienen bajo investigación se centran en determinados individuos que están detrás de episodios en los que la propia Policía ha tenido que hacer uso de armas para repeler los disparos, como sucedió cuando se produjo el ataque con una AK47.
De momento se tiene constancia de que hay varias investigaciones policiales en marcha bajo autorización judicial tendentes a esclarecer todo lo que está pasando.