Lo hemos visto en series como Hispania, El síndrome de Ulises, Isabel o La línea invisible, aunque puede presumir de una larga trayectoria en
teatro. Esta tarde, a las 19:00 horas, el actor Pablo Derqui (Barcelona, 1976) recala en el
Teatro del Revellín con la gira de Pedro Páramo. La obra, que dirige Mario Gas y está protagonizada por Derqui y Vicky Peña, es una adaptación teatral de la
primera novela de Juan Rulfo. Coproducida por Grupo Focus y El Festival Grec 2020, se estrenó en Matadero (Madrid) el pasado octubre. Según relata Derqui, el adaptador, Pau Miró, es un “enamorado” de este libro conocido como uno de los originarios de la corriente del realismo mágico. En el texto, Juan Preciado viaja a Comala para encontrar a su padre, Pedro Páramo, al que no conoce, después de prometérselo a su madre moribunda. Lo que va descubriendo de su progenitor, ya muerto, es un hombre que pasó de no ser nadie a convertirse en un cacique.
–En la novela aparecen múltiples personajes, pero sobre el escenario solo hay dos actores. ¿Cómo lo van a resolver? –La novela tiene muchas voces, a veces no sabes incluso quién está hablando porque acaban siendo una especie de espectros, tiene un halo muy onírico. Pau Miró quiso esencializar mucho la novela, resumir bastante los personajes. Querer ser demasiado realista al llevarlo a escena hace que se pierda el halo misterioso y mágico de la novela, entonces lo que hizo es que dos narradores sugirieran todas las voces que aparecen en la novela. El espectador también viaja con nosotros en su imaginación.
–¿Cómo se transfiere el realismo mágico de la novela a una obra teatral? –Lo que hacemos es valorar mucho la potencia de la palabra más que escenificar la magia de la novela; explicar, sugerir y hacer que la cabeza del espectador vuele. Tú lees la novela y te imaginas lo que está describiendo el autor. Lo interesante del montaje es que lo hemos enfocado como si fuesésemos dos oficiantes, dos contadores de de historias. A veces encarnamos a los personajes, a veces salimos de ellos y seguimos siendo narrador, volvemos a entrar… Y esa magia realista se convoca en la escena.
"Lo que ha hecho Miró es esencializar la historia pero sin parafrasearla; las palabras son de Rulfo”
–¿Cuál ha sido el mayor reto al enfrentarse a Pedro Páramo? –Cuando me explicaron de qué manera la íbamos a hacer y el calibre narrativo de la historia, me asusté un poco. El reto es la precisión retórica que requiere, porque estamos contando la historia continuamente y tiene un lenguaje muy elevado, la manera lírica de escribir de Rulfo es muy elevada y refinada, entonces hay que sostenerla, y es un reto diario. De hecho, estamos muy nerviosos cada día porque es un esfuerzo. Pero es muy agradecida.
–En este caso, es más importante aún si cabe memorizar bien cada palabra del papel... –Sí, porque si no estaría desvirtuando las palabras del autor. Nosotros evocamos una novela y repetimos extractos literales. Lo que ha hecho Miró es componer a base de retales de la propia novela, esencializar la historia pero sin parafrasearla; todas las palabras son del propio Rulfo.
–¿La sociedad actual puede sacar una lectura de la obra? –Todavía vivimos en un mundo de opresores y oprimidos. Nuestra sociedad no ha cambiado mucho en ese aspecto, si bien esa época es muy determinada porque había un caciquismo implacable con los campesinos, y durante las revoluciones mexicanas se causaron muchos estragos. Hoy en día también pueden resonar mucho las cosas. Hay gente que está explotando y luego maquilla sus pretensiones con ideales que intenta vender a todo el mundo.
–¿Cómo es Mario Gas dirigiendo? –Pues depende del día que tenga [ríe]. Para mí es uno de los maestros que hay ahora mismo en el país y en parte de Europa. Es un hombre de teatro, actor también, con una conciencia de lo artesano del oficio. Dirige, pero al mismo tiempo es iluminador, sabe de escenografía… de todo. Y es un hombre que tiene mucho sentido de la procesualidad de las cosas, que ciertas cosas requieren un tiempo.
"Cuando me explicaron cómo la íbamos a hacer y el calibre narrativo de la historia, me asusté”
–Ahora, con la pandemia, cuantas menos personas, cuanto más polivalentes sean, más fácil resultará guardar las distancias... –Sí, cuanto menos actores en el escenario también, por eso supongo que es una obra práctica para estos tiempos. Es muy curioso hacer gira por España con este contexto; cuando sales a pasear por el país te asustas. Nosotros tenemos que hacer malabarismos para poder hacer las funciones, pero estamos muy contentos de poder hacer la gira.
–¿Qué cree que le va a gustar al público? –Es una de las novelas más importantes de la literatura de lengua hispana o incluso mundial. Solo por redescubrirla o descubrirla vale la pena. Es la obra fundamental, fundacional, del realismo mágico, como dijeron en su momento García Márquez, Cortázar o Vargas Llosa. Para ellos, Juan Rulfo es el inspirador de esa corriente. Hemos hecho un esfuerzo por ser muy respetuosos con ella y conseguir transmitir al público lo mismo que los lectores pueden sentir al leerla.