El problema no era la carpa, sino el lugar. Esto han querido dejar claro los vecinos que se habían quejado la tarde de este lunes en Ceuta por la instalación de un matadero móvil para la
Pascua del Sacrificio en uno de los aparcamientos de la barriada de la
Estación del Ferrocarril, específicamente detrás del segundo bloque, algo que tras una
protesta, ha sido posible cambiar. Desde la Ciudad confirmaron la semana pasada la instalación de cinco mataderos móviles en distintas barriadas (cada uno de ellos equipado con al menos un veterinario, varios matarifes, personal auxiliar, cámaras frigoríficas y un sistema informatizado de seguimiento de las cabezas de ganado), algo que había generado malestar en la barriada Estación del Ferrocarril, pero no por la instalación como tal, sino por el lugar escogido para hacerlo, a lo que habían agregado la desinformación reinante al respecto, pues habían señalado que desconocían mayores detalles y que se percataron de lo que estaba ocurriendo cuando llegaron unos operarios y “cortaron la calle”.
Se trata de una situación que comenzó hace unos cinco días, según explicaron los afectados. Pero no fue sino hasta la tarde de este lunes que los vecinos tomaron la decisión de pronunciarse al respecto para hacerse escuchar. Una protesta vecinal que ha tenido sus efectos, pues cerca de las 19.00 horas, el lugar de instalación del matadero móvil ha sido cambiado: ya no estará detrás del bloque 2, sino detrás de los bloques 5 y 6. Un poco más temprano, ante las quejas que habían planteado los vecinos de la Barriada Estación del Ferrocarril, desde la Ciudad confirmaron el traslado justo “en la parte contraria”, de manera que la carpa esté lejos de las viviendas y así no perturbar a los vecinos. Asimismo, habían recordado que lo que están instalando
“son mataderos móviles” y que una vez que termine la Pascua del Sacrificio, se retirará todo lo que se ha colocado. De esta manera, la Ciudad había ratificado su atención a la denuncia hecha por los vecinos de esta barriada y que se procedería a cambiar la ubicación de esta carpa que todavía no había sido instalada, pues solo se había marcado la ubicación.
Una protesta que duró varias horas
Durante la tarde de este lunes, un grupo se había concentrado donde sería instalada la carpa para impedir que esto ocurriera, insistiendo en que ese no era el lugar adecuado para hacerlo por dos razones principales: es antiestético y es antihigiénico. Los argumentos: la cercanía de las viviendas de aquellos que habitan en el primer piso de los bloques y la cercanía con el parque infantil. Asimismo, habían señalado que al instalar el matadero en ese lugar, les estarían quitando puestos para aparcar y un lugar de esparcimiento, pues durante la noche, este lugar lo utilizan los vecinos para reunirse. La calle estuvo cortada varios días, pero fue este lunes cuando marcaron en el suelo la ubicación de lo que sería instalado. Esto fue lo que movilizó a los vecinos, quienes estuvieron durante varias horas en el lugar hasta donde incluso se movilizó la Policía Nacional. Una de las afectadas, Hanna, había dicho que “desde hace días llevamos viendo como operarios de construcción cortan la calle y nos han privado de parque”, destacando que esto ha entorpecido el paso por la carretera principal “que es por donde accede cualquier coche que entra a la barriada”. Había señalado que lo primero que quería dejar claro era que el problema nada tenía que ver “con la carpa del día del borrego, sino porque lo que quieren hacer es antiestético y antisanitario, aquí hay vecinos que viven en un primer piso, en un bajo, personas mayores, y niños pequeños”. Había recalcado que en la barriada hay un terreno grande “donde se ha hecho todos los años”. “No es por la carpa, aquí los cristianos, los musulmanes, los hebreos, todos somos iguales”. Habían insistido que lo que pedían era la reubicación de la carpa, destacando que “las cosas se hacen hablando”, refiriéndose a que los vecinos desconocían que se instalaría un matadero móvil en ese punto. “Están quitándonos cincuenta coches y un parque infantil”, había denunciado Hanna. Sonia, presidenta de la barriada, había asegurado que llamó “a todos lados” y que nadie le había dado información al respecto. “Nadie contesta, nadie me quiere decir quiénes son los que llevan esto, quiénes decidieron, nada, aquí llegaron, cortaron y ya está”. Había contado que debido a esta situación y por no anunciar que cortarían la calle, ocurrió un accidente de tráfico. Al igual que Hanna, Sonia había recalcado que no buscaban un enfrentamiento y que no era un tema de religiones, sino que les estaban quitando más aparcamientos, “cuando ya nos quitaron cien”, entre otros inconvenientes.