Hace unos días, tuve una bonita conversación con un buen amigo. Me explicó que para ver algo inusual, hay que estar allí, por suerte, por tener un día ideal, o que la Divina Providencia nos hubiera tocado a nuestra puerta.
“Me estaba dando un buen paseo, para hacer una vida saludable, y cuando llegué a la altura del Tanatorio, en la zona donde está la puerta trasera de la Capilla, donde se da el último responso al óbito, y observé en el sillón que hay en el exterior, a una persona que tenía la cabeza agachada, con las piernas abiertas, las manos extendidas, hacia abajo y entrelazadas. Parecía como si estuviera rezando.
No le di mucha importancia al principio, pero cuando llegué a la altura de la puerta principal, la cual estaba cerrada, me vino la vena de la curiosidad, y mis neuronas me empezaron a rodear de hipótesis, de por qué estaba ese hombre allí.
Lo primero que pensé era que estaría descansando y resguardándose de la calor tan intensa que estaba irradiando en aquellos instantes, luego quise intentar recordar la fisonomía de ese hombre, que eso sí que estaba seguro que era un varón.
Por las facciones que estuve recordando debería de ser ya mayor, pero su cara no la pude ver.
Cuando llegue hasta el cementerio y di la vuelta, aceleré un poco el paso.
Mi objetivo era poder verle el rostro a aquella persona.
Al llegar al lugar, allí no estaba.
Me quedé unos segundos revisando el lugar y la verdad que estaba muy bien. Tenía muchos detalles: plantas, esas piedras tallas y cementadas.
Me fui a mi casa, diciendo la verdad, con una “comedura de coco” muy grande. Por la noche tuve un sueño, donde volví a ver a ese señor, en el lugar donde lo había visto al mediodía, aunque al principio se presentó con la misma posición que ya he descrito, poco a poco, fue levantando su cabeza.
Pude confirmar varias cosas: Una que era un hombre, mayor, con bigote y la verdad que tenía la ligera opinión de que lo había visto en algún lugar de nuestra querida Ciudad Autónoma de Ceuta.
Y me habló: “Dile a mi familiar, que mire en la parte de atrás del marco que está mi fotografía a la entrada de mi casa”.
Yo soy de tener muchos sueños, pero la verdad que de casi ninguno me acuerdo. Pero de este sí que me estuve acordando.
Lo tuve en noches sucesivas durante casi dos semanas. Me puse a hablar con una amistad, en la Plaza de los Reyes, y me dijo que su padre había fallecido.
Cuando me enseñó el retrato de su querido y recién fallecido padre, me quedé de piedra.
Era esa persona que había tenido durante ese periodo de tiempo tan grande ese sueño reiterativo.
Me quedé de piedra, con los ojos bien abiertos y mis pensamientos en blanco.
Y fue cuando me decidí a decirle a esta persona lo que me había pasado.
Y que si me disculpaba le tenía que decir un mensaje que durante unos pocos de días me había dicho su querido padre.
Se me quedó pensativo y con lágrimas en los ojos.Y fue cuando le di el mensaje: “Mira detrás del cuadro, que está su foto, en la entrada de su casa”. Él me dio las gracias.
Al cabo de unos días me lo encontré nuevamente y me invitó a una cerveza frente al lugar donde nos vimos la otra vez y me contó: “Que estaban buscando la clave de la caja fuerte de su padre y que gracias a mi indicación, encontraron los números de la combinación”.
No sé si fue casualidad o ese “Ser”, me buscó para transmitir eso que les vino de perilla a esos familiares.
Cuatro ceutíes del club Spartan Gym de Ceuta ponen rumbo a la Copa de España…
Un autobús ha sufrido daños y una de las pasajeras tuvo que requerir asistencia del…
La ronda de informes se ha cerrado este jueves con el emitido por el abogado…
Este jueves se ha disputado un cuadrangular en el estadio Martínez Pirri organizado por la…
Radiolé da la bienvenida a la Navidad en Ceuta homenajeando a nuestros mayores a través…
El primer letrado en intervenir en el juicio por blanqueo de capitales para exponer su…