El retraso en la escuela taller del SEPE congela la rehabilitación del castillo de San Amaro

• La Ciudad aprobó 45.000 euros para su cofinanciación mediante esta ayuda a la formación concedida a UGT

Juan Carlos Pérez, secretario general de UGT en Ceuta, ha desvelado que la rehabilitación del castillo de San Amaro continúa sin acometerse por la demora en la convocatoria de las ayudas de formación, orientación y empleo del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) para 2017.

El Consejo de Gobierno aprobó en julio del año pasado un compromiso de gasto para 2017 de 45.000 euros con el que cofinanciar, junto con el SEPE, una escuela taller que actuase en la restauración del fuerte de San Amaro, que fue objeto de un incendio a finales de 2015.

Esta escuela taller, como informó la Ciudad Autónoma, estaría a cargo de UGT y se centraría en arreglar la fachada y el techo. Sin embargo, los arquitectos municipales trasladaron al sindicato que la “ruina inminente” de este Bien de Interés Cultural (BIC) “desaconsejaban la escuela” y resolvieron “posponerlo” hasta “afianzar la estructura primero”. De modo que el proyecto de rehabilitación parcial previsto en un principio ha pasado a ser una reforma integral del inmueble.

UGT señaló que ya tiene elaborado el proyecto integral con el que optará a hacerse de nuevo con la escuela taller ya que tuvieron que “desistir” del primer intento de restauración, tanto por las directrices de los arquitectos municipales como por las indicaciones proporcionadas por el SEPE. Sus planos ya están visados, concretó Pérez, y tan solo “pendiente” de que saliese la nueva convocatoria.

Pérez planteó una escuela taller de dos años, o de un año más el siguiente, “para poder abordar primero el problema de base del edificio y luego la estructura y el techo”. Aunque, hasta ahora, UGT permanece a la espera con el proyecto preparado.

La publicación de estos talleres de empleo relativa a 2017 estaba prevista “entre marzo y abril”, estimó el secretario general de UGT, quien explicó que la demora de la formación para el empleo se debe al retraso en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. En teoría, el proceso quedará finiquitado a finales de junio, después de su aprobación en el Congreso y el Senado. Momento a partir del cual podrían arrancar las gestiones que desembocarían en la escuela taller que rehabilitará el castillo de San Amaro y el resto de oferta para el empleo.

De acuerdo con los plazos barajados por el SEPE, la convocatoria, adjudicación y selección del alumnado sitúan el comienzo de los cursos a partir de septiembre. No obstante, previamente habría una ronda de reuniones donde rematar los detalles de esa formación.

El Consejo de Ministro aprobó in extremis las ayudas de formación, orientación y empleo en diciembre de 2016, después de que los agentes sociales y la oposición diesen por perdida esta inversión recuperada por el Gobierno de Mariano Rajoy en el tiempo de descuento. En aquel momento, la administración se comprometió a que Ceuta también recibiría las ayudas en 2017.

El fuerte de San Amaro es uno de los edificios que forman parte del conjunto histórico de las Fortificaciones del Recinto del Hacho, de los más antiguos del mismo. Se empezó a construir a finales del siglo XVII y su primera función fue el sostenimiento de la Batería de San Carlos, como relatan los cronistas.

El deterioro anunciado del patrimonio

El castillo de San Amaro es un pequeño fuerte de artillería de costa destinado a la vigilancia de la cala y playa de San Amaro, en la costa norte de la península de la Almina o del Hacho cuya construcción se sitúa en el siglo XVIII. Después de sucesivas denuncias vecinales de ocupación y abandono de este BIC, un incendio provocado en su interior por desconocidos acabó dañando seriamente el edificio y arrasó su techo. Trágicamente, se cumplían los augurios de los residentes cercanos. Al tapiado y parcheo de Obimace, le siguió el anuncio gubernamental de que plantearían que su restauración se hiciese con cargo al 1,5 por ciento cultural que el Gobierno destina a la conservación del patrimonio histórico español. Ahora, su futuro depende del SEPE.