Desde la Secretaría Provincial de la UFP en Ceuta se remitió a los medios de comunicación una nota de prensa informando sobre nuestro sentir en la concesión de condecoraciones. La respuesta de alguna organización sindical no se hizo esperar, vertiendo todo tipo de “falacias” en algún medio de comunicación, sin faltar a lo que viene siendo su normal costumbre, de aprovechar cualquier ocasión para realizar un ataque directo sobre la Unión Federal de Policía (sindicato mayoritario en Ceuta).
Nos gustaría aconsejarle que en lugar de darse tantos golpecitos en el pecho, debería preguntarse por qué bajo su gestión se han ido marchando a otros sindicatos tantísimos policías que eran fieles a su organización sindical.
¿Por qué ha pasado de realizar continuamente ataques gratuitos contra la Jefatura y ahora se convierte en el máximo valedor y defensor de la misma? Pero eso sí, tanto en un lado como en el otro, su obsesión y esfuerzo se centran en intentar desvirtuar y desmerecer nuestra labor sindical.
Sobre la visita a los despachos por parte de algún representante sindical y en concreto de éste sindicato que suscribe, nos llama enormemente la atención además de alarmarnos, que lo vean como una anomalía o singularidad, porque como muy bien dice, los sindicatos están para representar a los policías; pero no es menos cierto que las discusiones sobre la problemática de éstos policías no se puede realizar en un bar o empotrado en el sillón del despacho sindical, incluido si fuere las protestas elevadas por éste sindicato sobre “la Bunquerización” establecida en la otorgación de la entrada a la orden del mérito policial.
Recordarle que la UFP fue la única organización sindical que asistió a la reunión y presentó alegaciones a las propuestas de ingreso a la orden del mérito policial realizadas por la Jefatura. Pero claro, que va usted a saber de esto, si ni siquiera se molestó en asistir, o mandar a algún representante de su organización.
Bajo su punto de vista resulta que el provocador de la enfermedad, es la persona que está viva. La que pelea por los derechos de los compañeros y esto nos hace estar continuamente en la Picota de su organización sindical, más preocupada en intentar desprestigiarnos que en representar los intereses de sus asociados.
Como no nos queremos extender quisiéramos acabar esta nota recordando, que las mentiras, mentiras son, pero en su categoría podemos encontrar dos disciplinas bien diferenciadas “Carlo Lorenzini” las mentiras que hacen crecer la nariz y las que tienen las piernas cortas. Las primeras son las que te obligan a mentir de una manera continuada sobre la mentira inicial, dando como resultado que se encuentra uno atrapado en su propia mentira; reconociendo de manera inmediata al mentiroso. Sin embargo las mentiras de piernas cortas requieren más de una capacidad interpretativa. Sabemos que el resultado son seres deformes tanto en el aspecto físico como mental además de que traicionan la confianza que los demás tienen sobre ellos, dificultando con el tiempo que alguien vuelva a creerlos ya que traicionan de manera Vil, la confianza que en ellos han depositado, por eso estas últimas son las que resultan fuertemente castigadas por su impropiedad, por la deshonestidad y la falta de honradez por parte de las personas que las pronuncian.
Entonces nos preguntamos si por el mundo andan algunos con las piernas cortas o ya sin ellas, y así, más bien, se arrastran.
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