Cerca del mar la brisa embriaga por su pureza. Siempre fue así en la memoria del lugar, y en los caminos que conducen a su historia. Pero el aire lleno motiva mi pensamiento y me transporta a un futuro incierto, donde la mancha en el medio ambiente significará la expulsión del paraíso. Llegaremos a tiempo si construimos pronto el barco de la paz, e izamos sus velas, pues el futuro es tierra que ha de descubrirse.
Said también reflexiona. “Al respirar sentimos que estamos vivos. El hombre nació para respirar, ya sea libertad, fundiéndose con las fuerzas de la naturaleza, en armonía con los demás seres vivos, que componen el firmamento de la vida, nuestro hábitat. Por natural entiendo aquello que persigue el ser humano. Sin embargo, mientras éste promete soluciones y mejoras, me asfixia con su polución y sus promesas incumplidas.”
Aquí Said recuerda que el ser humano es el único animal que puede cambiar, o desvirtuar, el medio. Al modificar el terreno puede trastocar el clima, caso éste de extrema gravedad por lo que el hombre debe estar vigilante con los procesos naturales. En los últimos años, las calamidades provocadas por los desajustes medioambientales son más frecuentes, y no encuentran otra explicación que la aparente dejadez del hombre, y el beneficio inmediato de los poderosos. Said concluye: “Dame hombre mi naturaleza, y déjame respirar la verdadera libertad, el aire.”
Juan Jesús enriquece el debate. “Muchas veces en la vida necesitamos un respiro, pensando en un cambio de aires, en unas vacaciones. Pensamos en librarnos de todo aquello que nos estorba. El sentido de lo puro atrae hacia nosotros la felicidad, como una voz que nos recibe cuando atravesamos el desierto de lo rutinario, que en realidad no tiene ni principio ni final. El aire nos ilumina por dentro, y da sentido a nuestras vidas. Para conservarlo deberíamos cambiar, tendríamos que construir la casa, no por el tejado, sino empezando por los cimientos, para luego subir hacia lo alto, hacia lo grande, hacia lo bello. Al hacerlo, la belleza nos devolverá a la creación de un ser superior, que todo lo puede si media el Amor.
“Yo, ante todo esto, me considero una persona que opta positivamente a favor del medio ambiente. Me maravillo al ver que después de todos los excesos que se dirimen, la creación sigue mostrándonos su majestuosidad. Entonces nos damos cuenta de que no es tarde, que podemos hacer mucho bien aún, si de veras nos comprometemos con ello. El cuidado del entorno es una conducta natural.
Para terminar recordaré cuando todavía era un niño y nos ponían a hacer una redacción sobre el mundo y el medio ambiente.
Una historia grabada en mi memoria. Aquellas tímidas palabras se han hecho fuertes, y la inocencia ha dejado paso a la reflexión. Nos gustaba disfrutar de un día de excursión, de aquellas veredas repletas de pinos y helechos. Estoy a favor de la conservación porque el aire nos mantiene vivos, y porque es primordial para la supervivencia de nuestra especie y sus futuras generaciones”.