La
playa del Chorrillo en Ceuta ha sido testigo de un simulacro de salvamento con el plan de emergencias de
playa. En él han participado los cuerpos y fuerzas de seguridad y el 061. El objetivo ha sido ver los recursos tanto materiales como humanos, así como las necesidades que aparecen en caso de que se esté ante un hecho real. Si esto sucede en la realidad, hay que actuar a contrarreloj. Debido a ello, el punto clave no es otro que acortar los tiempos de respuesta para tardar lo menos posible a la hora de salvar una vida. Rachid Lahasen, quien es responsable de
Marsave en Ceuta, ha explicado a los medios de comunicación en qué ha consistido esta simulación de rescate, la cual ha concluido con éxito. La actuación ha comenzado con la caída de un hombre al agua desde una embarcación. La supuesta víctima era socorrida instantes después por su compañero, quien se encontraba también a bordo. Este se lanza en su ayuda, a la vez que realiza señales de auxilio al socorrista de tierra, quien alerta al resto de la plantilla de rescate. Segundos después, una moto acuática entra en escena para trasladar al aparente herido hacia el punto de extracción. Un lugar seguro en el que ha sido atendido por los servicios sanitarios pertinentes. Eso sí, no antes sin comprobar el estado de la víctima, puesto que dependiendo de si respira o no, el protocolo de actuación atiende a variaciones. Con este claro ejemplo se ha demostrado la profesionalidad y gran preparación que posee este cuerpo de
salvamento. Todo medido hasta el milímetro para que en caso de que ocurra, la vida de la víctima no corra peligro.
Seguridad
Para mantener la estancia segura de los bañistas, Rachid Lahasen ha explicado que “el número de personal de prevención es desorbitado”. Es decir, Marsave cuenta con una amplia plantilla cualificada de socorristas. Asimismo, Lahasen ha hablado de añadir más personal sanitario. En este caso, un enfermero en la playa de la Potabilizadora, ya que por el momento se encuentra carente de estos servicios.