Los agentes del Servicio Marítimo tuvieron que hacerse cargo de los doce inmigrantes ya que la patera se hundía. Algunos carecían de protecciones para poder mantenerse a flote, las condiciones eran adversas así que se actuó con rapidez. Doce a vidas a salvo. Un resultado esperanzador que asoma entre las trágicas noticias de la inmigración. Aún nada se sabe del destino de varias pateras que han salido de Marruecos, supuestamente perdidas en las rutas elegidas para llegar al considerado otro mundo. El Mediterráneo se ha convertido en un suma y sigue de tragedias. Así que, hablar de rescates en el mar ha terminado por convertirse en una pequeña luz dentro del túnel.
Ayer, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil recuperó a las doce personas que ocupaban una patera que terminó hundiéndose en plena travesía. Demasiadas personas para una embarcación que, en condiciones óptimas de navegabilidad, no debería ir ocupada por más de cuatro. Dos de estos doce subsaharianos han sido acusados por el Instituto Armado de patronear la patera, así que hoy serán puestos a disposición de la autoridad judicial que será la que determine si hay o no fundamento. Los últimos subsaharianos juzgados por presuntos patrones han quedado absueltos.
Tal y como ha explicado la Benemérita en un comunicado oficial, que vino a confirmar la información adelantada ayer por Elfarodigital, la detección de la patera se produjo a las 7.15 horas a través del SIVE, a unas millas de las costa y en aguas jurisdiccionales marroquíes. Según explica la Guardia Civil, estando la patera ya en el límite de ambas aguas, los agentes del Marítimo comprobaron que "debido al hacinamiento de la embarcación, así como la ubicación y movimientos de las personas que la ocupaban, se estaba hundiendo, quedando los inmigrantes flotando en el mar con grave riesgo para su integridad física".
Los doce ocupantes fueron auxiliados por los agentes de la patrullera, viviéndose momentos de riesgo ya que algunos de los subsaharianos carecían de apoyos para mantenerse a flote, por lo que peligraban sus vidas. Naturales de Guinea Conakry, Gambia, Kenia, Costa de Marfil y Mauritania, desembarcaron en el puerto deportivo pasadas las 8.30 horas, en donde todos ellos recibieron la asistencia del ERIE de Cruz Roja, encargado de repartirles mantas y ropa seca, así como alimento, antes de su entrega al Cuerpo Nacional de Policía.
Durante las labores de identificación y tras prestar manifestaciones los guardias que actuaron, se procedió a la detención de dos de los inmigrantes, a los que la Benemérita vincula con un presunto delito contra el derecho de los ciudadanos extranjeros. Se trata de los llamados A.A., de 21 años de Guinea y L.Y., de 18 años y de Gambia, que hoy serán presentados en el juzgado. Según las valoraciones de los agentes eran los que llevaban la dirección de la patera, de ahí que en la toma de filiaciones fueran apartados del resto de inmigrantes, ya que con esta pareja había que adoptarse otro procedimiento bien distinto.
De no ser por la intervención rápida, los subsaharianos podían haber perecido en el mar.
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