Esta mañana, pasadas las 05:30 horas,
Salvamento Marítimo a través de su embarcación ‘Atria’, ha rescatado una embarcación que pretendía llegar a las costas peninsulares desde el litoral de Ceuta. A bordo iban 9 personas de origen
magrebí, todos varones, que presentaban, en principio, buen estado de salud. El rescate se produjo en aguas de la Bahía Norte, pues habían partido desde la
playa de Calamocarro.
Fueron interceptados por efectivos de la
Guardia Civil, quienes procedieron a avisar a Salvamento Marítimo para que realizaran su traslado al Puerto de Ceuta, donde fueron atendidos, como de costumbre, por el ERIE de
Cruz Roja, que los trasladó a las naves del Tarajal. Hace tan solo dos días, la misma embarcación de Salvamento Marítimo intervenía en otro rescate. En este caso, 3 inmigrantes, vestidos con traje de neopreno y flotadores, habían salido hacia la península desafiando el tráfico marítimo y las condiciones climáticas en lo que podía haberse convertido en una auténtica trampa mortal, que no fue así gracias a la rápida intervención del buque de Trasmediterránea, que detuvo su marcha a la espera de que llegara la embarcación Átria para auxiliarlos. Los flotadores, unas simples cámaras de vehículo usados para la travesía poco aguantaban ya para garantizar su flotabilidad. Ayer sábado, tuvo que intervenir en un nuevo rescate, cuando un inmigrante se aventuró a llegar a las costas usando un traje de neopreno y una tabla hinchable infantil. En este caso, afortunadamente fue avisado por un velero que se dirigía a Ceuta desde la Línea para participar en la regata que se celebrara hoy en la ciudad autónoma. Salvamento Marítimo requirió de su colaboración para poder protegerlo mientras llegaban para el rescate. El joven, marroquí y de 35 años, vio en ellos su salvavidas. Les pidió ayuda ya que tenía bastante frío. Los ocupantes del ‘Moj San’ siguieron las directrices de Salvamento, que les comunicó, por ejemplo, que debían situarse cerca del joven, comprobar su estado, pero nunca subirlo al velero. Cumplieron las normas establecidas, hablando con el inmigrante, comunicándole que en breve llegaría su rescate y afrontando ese dilema que puede surgirle a cualquiera cuando tiene delante a alguien en apuros. Lo tranquilizaron en todo momento, le hicieron no sentirse solo en mitad del Estrecho.