Tras responder al tratamiento y curar sus heridas, Cecam y los voluntarios liberaron ayer al ejemplar a unas dos millas de la Bahía Norte. Un grupo de voluntarios y amantes de la naturaleza logró ayer la recuperación de una tortuga laúd de 200 kilos que quedó atrapada en las redes de la almadraba en aguas de El Chorrillo y, ya por la tarde, procedió a soltarla a unas dos millas de la tierra en la Bahía Norte. “Cuando la devolvimos al agua”, recordó Eusebio, uno de los voluntarios, “se movía con mucho vigor y casi ni la vemos marcharse de la rapidez con la que nadaba”, señaló Eusebio, uno de los voluntarios que la acompañó en la liberación.
Este animal marino, que presentaba síntomas de ahogamiento cuando fue rescatado, respondió al tratamiento de manera favorable y decidieron devolverla al mar, informó Álvaro García de los Ríos, veterinario del Centro de Estudios y Control de Animales Marinos (Cecam). Las heridas, que fueron curadas, no revestían gravedad.
La Almadraba Fray-Martín, que encontró al ejemplar sumergido y enredado a primera hora de la mañana, telefoneó al Cecam para que activase el protocolo de actuación ante hallazgos de esta naturaleza. Fueron los propios pescadores quienes sacaron a flote a la laúd y la trasladaron hasta el Puerto Deportivo, gesto que mereció el agradecimiento de las personas que se encontraban a la espera en la rampa junto a varios clubes náuticos.
La primera impresión fue desalentadora, recordó Juan Carlos Rivas, vicepresidente de Cecam, porque parecía “medio muerta”. Al peso del especimen se unieron sus dimensiones, unos dos metros, por lo cual fue bastante complicado sacarla de la embarcación. El Parque Móvil, área que ya ha colaborado en varamientos y otras operaciones similares, aportó una pluma con la que izó a la tortuga hasta depositarla en la superficie.
Dada las limitaciones de los tanques con los que cuenta Cecam, tras varios intento de firmar un convenio con la Consejería de Medio Ambiente que permita equipar sus instalaciones, destacaron sus integrantes, Chicón cedió un contenedor. Éste sí permitió albergar al ejemplar de laúd, “nada habitual en aguas ceutíes”, puntualizó García de los Ríos.
Los voluntarios, entre los que se encontraban miembros de la Federación de Buceo, el Club Neptuno o la Escuela de Vela, entre otras organizaciones vinculadas al mar, lograron poner boca abajo al animal que expulsó el agua. Para su devolución al mar, ADG Marine Service aportó un ‘torito’ que elevó a la tortuga hasta la embarcación que la llevó a una distancia prudencial de la costa y lejos de las redes.
CECAM lamentó que, a pesar de la presencia masiva de personas que se acercaron a prestar ayuda en la recuperación de ayer, ni la Consejería de Medio Ambiente ni la Delegación del Gobierno colaboraron. Desde la entidad recordaron que la laúd es una especie protegida y altamente migratoria que requiere la atención de las autoridades.
Curan a un especimen de boba y liberaron otro Aunque el hallazgo de esta tortuga laúd ha sido el rescate más llamativo del verano, el Centro de Estudios y Control de Animales Marinos (Cecam) ya soltó una boba hace unos días y recupera en la actualidad otro ejemplar en sus instalaciones. Estos especímenes tenían un peso y longitud inferior a la liberada ayer. Álvaro García de los Ríos, veterinario de esta entidad, señaló que en los meses de julio y agosto se espera un repunte como ha ocurrido en veranos anteriores. Los miembros de CECAM comentaron que ellos financian de su bolsillo las instalaciones, el material y la organización del protocolo.