En primer lugar, dar el pésame a la familia del ciudadano que sufrió una caída con fatales consecuencias, motivada por lo resbaladizo de nuestras aceras. Ya no vale para nada decir: “te lo advertí”, “te lo dije”, “sabía que un día ocurriría algo así”, etc. No obstante, aunque debemos hacer referencia a este lamentable hecho, nuestro artículo de hoy no versará sobre aceras, aunque sí sobre resbalones.
Nos quedamos con la imagen de un policía tirado en el suelo, después de haber caído tras patinar con la pintura deslizante del asfalto, mientras acordonaba la zona de la tragedia antes mencionada y dirigía el tráfico. Nos quedamos con esa imagen, porque es la perfecta representación de lo que significa no contar con material antideslizante en las pinturas de nuestras carretera, algo que llevamos reivindicando muchos años ya y que jamás ha llegado a llevarse a cabo de manera eficiente.
La fotografía de un agente de la autoridad tirado en el suelo, lo dice todo, no deja lugar a palabras que se llevará el viento, porque ella sola vale más que mil. Imagino que alguien se sonrojaría al abrir el periódico.
Muchas veces hemos dicho que nuestras reivindicaciones no son sólo hechas por y para moteros y moteras, ni siquiera para conductores de cualquier otro vehículo. Nuestras reivindicaciones, son tan legítimas y sensatas que siempre han llevado insertado un concepto global, de todos y para todos. Las carreteras se usan a diario por todos y cada uno de los ciudadanos de cualquier ciudad, por ello, es de vital importancia su cuidado y mantenimiento.
El caso del policía accidentado es muy significativo. Se trata de un profesional preparado físicamente, acostumbrado a trabajar en la calle, dotado de un calzado especial… a pesar de todo ello, no pudo evitar la caída. Imaginen si se trata de una persona mayor, con zapatos de paseo y sin estar prevenido (nadie lo está) para encontrarse de repente tirado en el suelo. Una cadera rota es lo menos que le puede pasar.
Una vez, aunque no se lo crean, alguien nos comunicó que no se utilizaba la pintura antideslizante porque “quedaba feo” que el blanco de los pasos de cebra se viera tiznado por las ruedas de los vehículos, debido a la rugosidad de este material.
Seguro que los ciudadanos ven más bonito que un policía esté tirado en el suelo después de patinar con una preciosa pintura blanca, seguro.