El historiador y profesor de la Universidad CEU San Pablo, Luis E. Togores, ha ofrecido este jueves una conferencia en el
Casino Militar, organizada por el Centro de Historia y Cultura militar, en la que ha desvelado un episodio de la historia militar del Ejército español que marcó el devenir de la Guerra del Rif: el repliegue de Xauen. Este ha sido el nombre de la conferencia, la cual, en lugar de orientarse por el apartado más “técnico”, como ha confesado el propio Togores, ha discurrido por derroteros puramente históricos e, incluso, anecdóticos, con el fin de conocer con más detalle este hecho concreto que, lejos de suponer una derrota, acabó en victoria. El acto, al que han asistido tanto el Teniente General del Ejército de Tierra, Luis Feliú Ortega, como el comandante general de Ceuta, Luis Cebrián Carbonell, ha generado un gran interés y como resultado, la imagen de la sala era de un aforo casi completo.
“Primo de Rivera decide retirarse, quería hacer una línea más estrecha, un frente menos largo para que fuese más fácil de defender. En Xauen estaba la Yebala (una región histórica y cultural del norte de Marruecos) y era la Comandancia de Ceuta. Era la zona de influencia ceutí, frente a la parte oriental que era de influencia melillense. La idea, por tanto, era esa: retirar las tropas, hacer una línea menos larga y una defensa más fácil y menos costosa”, ha desgranado el historiador a este periódico. Una decisión de Primo de Rivera, muy criticada por los militares africanistas por la “sangre” que costó hacerse con este territorio. “Él quería abandonar el protectorado, era abandonista y no veía sentido a mantener estos territorios. Al final se decide la retirada”, cuenta Togores. No obstante, esa maniobra fue el “principio del fin” para Abdelkrim, que hasta ese momento se parecía imponer en las sucesivas contiendas. “Esa retirada abandonista de Primo de Rivera en Xauen lleva a la recuperación final del Protectorado. Quiere abandonar y acaba con la guerra”.
Y fue posible porque, una vez abandonado Xauen, Abdelkrim decidió arremeter contra el dominio francés. Cuando Francia intuyó que podían peligrar sus posesiones en Marruecos, actuó. Y fue el famoso Desembarco de Alhucemas, la batalla que dio comienzo al fin de la guerra y, por ende, de Abdelkrim. Un final exitoso el de Xauen que no hubiera sido posible, argumenta Togores, sin otro nombre: el de Franco. “El repliegue tuvo pocas bajas. Porque Franco hizo una cosa que puede parecer infantil: dejó muñecos vestidos de legionarios. Con hogueras encendidas. Cuando se empezó a retirar, las jarcas enemigas pensaron que los legionarios seguían allí”. Las de La Legión fueron las últimas tropas en retirarse del campo de batalla. “Los últimos militares en replegarse fueron las cuatro banderas de La Legión comandadas por el Teniente Coronel Franco. Fueron los últimos de Xauen protegiendo la zona”.