Indignación en la familia de Ibrahim Arraoui y en los profesionales de la Funeraria que gestionaba desde primera hora de ayer la repatriación del cuerpo para ser enterrado en Tetuán. En su casa esperaban los padres, hermanos y demás familiares amén de vecinos y amigos para despedirlo. En el barrio todos conocen lo sucedido, cómo Ibrahim perdió la vida a puñaladas, cómo su salida a Ceuta para pasar unas horas, comprar e ir a la playa, terminaron con un fatal desenlace. Pasaban las horas y el féretro con el cuerpo no estaba listo para ser repatriado debido a que faltaba un trámite que debía cumplimentar Sanidad Exterior, el sello que verifica que puede darse traslado del cadáver a otro país. El primo de Ibrahim, Mohamed, se desplazaba a Ceuta de nuevo para interesarse por la tardanza y no fue hasta las 21.00 horas cuando la caja pudo cruzar la frontera.
Tanto responsables de la Funeraria Cuatro Culturas como de Luza denunciaban a El Faro su enorme malestar por lo ocurrido, ya que teniendo todo listo a las 13.00 horas, se ralentizaron todos los trámites al no contar con el desplazamiento del médico de Sanidad. Martín Zamora, de Luza, criticó directamente al médico Javier Carrillo y advirtió de que el asunto podía terminar denunciándose. Y es que parece que la historia, cruel donde las haya, tenía que terminar con una agonía innecesaria, con lo que se ha puesto de manifiesto la falta de tacto de las administraciones para resolver casos así de forma más rápida.
Ya hoy se podrá enterrar al joven Ibrahim en Tetuán. Ayer tarde la casa en donde reside y el barrio en donde se ha criado eran un hervidero de gente, personas que acudían a dar el pésame a la familia y que pedían justicia por lo sucedido. La madre de Ibrahim, Kadouj, arropada por todos sus hijos, recibió a las cámaras de FAROTV para recordar al tercero de sus vástagos, al joven “estudiante” que “no se metía en nada” que combinaba sus estudios con el puesto de chucherías que regentaba.
Ese viernes en que sucedió el crimen, Ibrahim salió con su amigo a Ceuta. Quería comprarse una camiseta y luego ir a la playa, porque en Marruecos todavía no se puede, apunta su primo Mohamed. “Salió de estudiar, tenía unas horas libres y se fue a Ceuta”, explica su madre, una anciana mujer que ha visto cómo la vida de su hijo, con 20 años recién cumplidos el pasado febrero, se ha ido para siempre. Va contra el sentir de la naturaleza que una madre pierda a su hijo. Que sea algo tan cruel, agrava el pesar que hoy anida en toda la familia Arraoui. Ibrahim es recordado como un joven “bueno, que rezaba, que no se metía en nada, que cuidaba de su puesto de chucherías y al que le gustaba el fútbol” además de estar con sus amigos.
“Estudiaba muy bien, nunca hubo queja de nadie por él, era muy buena persona y muy noble”, explica su madre, rodeada de todos los familiares, fieles testigos de la entrevista que se mantiene con El Faro.
Ese fatídico viernes, a las 18.00 horas, Kadouj empezó a ponerse nerviosa. No era normal que su hijo tardara tanto en regresar al hogar. “No era propio de él”, era la hora del rezo “y no era su forma” tardar tanto. “Llamamos a su teléfono y estaba apagado”, relata. Kadouj rompió a llorar como si presagiara que algo malo podía haber ocurrido. Por la noche la Policía marroquí, por medio de agentes de Información, acudieron al hogar de la familia Arraoui para trasladar la mala noticia. Lo habían matado en Ceuta. Destrozados acudieron el sábado al juzgado para personarse como Acusación e iniciar los trámites para trasladar el cuerpo a Marruecos. No se cruzaron con los detenidos, aunque estuvieron en las mismas dependencias que ellos. La madre de Ibrahim solo tiene ahora un pensamiento: que los autores del crimen paguen por ello. “Que Dios saque la verdad, que haya justicia”, explica destrozada. Rota por el dolor quiere que “el pueblo español entregue a los detenidos a Marruecos para que cumplan condena en el país. Aquí no hay ley del menor, van a la cárcel. En Ceuta, dentro de nada estará en la calle”, lamenta Mohamed, su primo.
La familia, conocedora de la recaudación hecha en Ceuta para ayudarles, da las gracias a todos y espera ahora noticias del desarrollo de un procedimiento judicial que no ha hecho sino iniciarse. Ibrahim será enterrado hoy, descansando en su tierra, en la que le vio nacer, la que ha dejado demasiado joven, siendo protagonista de una agresión que nunca debió haberse producido.
En el hogar de Ibrahim se intenta asimilar los hechos La familia Arraoui recibió ayer a las cámaras de FAROTV expresando su profundo dolor por lo ocurrido. Piden justicia y recuerdan para este medio cómo era su hijo al que hoy, por fin, podrán enterrar. Lo querían haber hecho ayer, pero una ralentización por parte de Sanidad que nadie logra entender, impidió que el cuerpo saliera a primera hora de la tarde como se había previsto. Hoy, por fin, la familia podrá descansar y seguir su lucha por la justicia.