El soldado Regular marcha con paso firme y sereno tomando en su mano la Bandera de España, una bandera llena de gloria por la entrega de los Regulares de Ceuta y que cae desde el cielo tendida por los 23522 bajas en combate que tuvo el grupo al servicio de nuestra patria, España.
¡Luchar es nuestra gloria! nuestra voluntad, vencer. Nuestro pensamiento, nuestra querida España.
Si es siempre difícil adueñarnos de los estados emotivos, para darles molde y figura con el crisol de la palabra, cuento más difícil ha de serlo, cuando se trata de reflejar los elevados sentimientos que nuestra querida España y sus héroes, nos inspiran. La idea, que procede de la inteligencia se expresa fácilmente cuando es diáfana, pero el sentimiento “el fuego” que sube al corazón y oleadas de amor que inunda nuestro ser, y por ello la idea forma la Patria excelsa de los sabios y los genios, y los sentimientos crean la patria inmortal de los héroes y los santos y no es de extrañar que mi palabra luche con mis sentimientos de viejo soldado de Regulares para escribir este pequeño homenaje que sale de mi corazón a los soldados de infantería, a mis queridos Regulares que lucen la Bandera de España más condecorada del Ejército Español y a mis queridos legionarios y su lema es la lealtad hoy representadas dignamente por los Regulares y Legionarios, los dos Grupos y los cuatro Tercios Legionarios.
Todos somos conscientes de los merecimientos de las Fuerzas Regulares Españolas que se hicieron acreedores de los mayores galardones y el orgullo de su querida Bandera la más condecorada.
Con un legendario pasado, con una increíble historia de valor, sacrificio y heroísmo, con una pléyade de héroes, crisol de valientes con sus banderas y guiones repletos de las máximas condecoraciones, ejerció un protagonismo de valor y arrojo desde el primer momento de su creación el 30 de junio de 1911, combatiendo cuerpo a cuerpo con la bayoneta calada, y han sido la admiración de varias generaciones y de los estudiosos del arte de la guerra.
Los Regulares van y vienen a donde se les mandan y luchan aquí y mueren allá y no preguntan por qué mueren, saben que mueren por España y no quieren saber nada más.
Los Regulares de Ceuta “estrenan” Coronel jefe, D. José María Moro SanJuan, un gran Infante y Regular. El coronel llena su corazón de alegría y que transmite al grupo y una gran ilusión por el mando de esta gran Unidad. tomó el mando oficialmente el 18 de diciembre de 2020 siguiendo de forma estricta el protocolo sanitario por COVID-19, como se refleja en las imágenes. Podría decirse que con una gran vocación de Infante por su ilusión y trabajo a fondo, ultimando los valores castrense. Enhorabuena, mi Coronel.
Con el fondo azul del infinito, como el de los mares que rodean este pedazo de tierra española que es la plaza de Ceuta, como el de los cielos que la envuelven y que hoy resplandecen luminosos, como es el manto de nuestra patrona la virgen Inmaculada y como las fajas de nuestros soldados Regulares.
Sobre el fondo azul la luna, pálida y transversa que recuerda nuestras raíces de una unidad nacida en tierra mora. Luna que dice de amores y misterios… y que en ella el número 54, como sentido homenaje a la gran unidad que fue el regimiento de infantería de Ceuta.
Tras la luna dos fusiles armados de machetes, que indican que grupo de regulares es y se siente profundamente infante. Posteriormente, dos lanzas: Origen y ocasión. Origen porque recuerda que el Grupo en su organización primitiva, estaba integrado por tres Tábores de infantería y uno de caballería. Ocasión porque permite lucir un hermoso escudo los colores de la bandera de España, de nuestra Patria.
La Corona Real, que simboliza la más alta institución de la nación tan entrañablemente unida a nuestra querida Bandera de España y en el fondo los cuatro machetes cruzados por la empuñadura que forman la cruz de San Fernando, rodeada de laurel ganadas en los campos de batallas por miles los bravos Regulares, que convierten al Grupo…La Unidad más condecorada del Ejército Español.
Nuestro Jefe había caído mortalmente herido, se nos vino encima Tazarut, y el bosque frondoso el monte sagrado. Ya no éramos los vencedores del Raisuni que visitaban Tazarut gozosos, con gozo de turistas, sino los vencidos por el sentimiento, que exhibían su triunfo ensombrecido, con el aire triste que se visita un cementerio. A la mañana siguiente, el día 13 de mayo, Santiago González-Tablas despertó del sueño de fiebre y agonía nombrando a sus hijas; a esto llaman los médicos delirar; enseguida murió; a la misma hora de la misma fecha ganaba en Zinat unos años atrás la cruz laureada de San Fernando en combate también con el Raisuni.
Al otro día, que fue un domingo, le llevaron al campamento general. Todos formamos en el cortejo. Su cuerpo inerte fue colocado en la camilla, en medio de una calle formada por miles de hombres que se mueren de angustia. Llovía. El general, Berenguer se adelantó, y poniendo la mano derecha en el frío pecho donde latió la laureada, le dijo con un gesto inolvidable: “Teniente Coronel González Tablas …” Yo no oí más. El general, como si quisiera convencerse por su mano de que aquel corazón no latía, se agarraba tembloroso y crispado al percho del muerto, y le concedía la Medalla Militar … Llovía y llorábamos. Yo me acordé de la leyenda: “Sólo Dios es vencedor”.
Bienaventurado González Tablas, que tuvo una muerte digna de su vida. No conoció vejez ni desengaños, ni le entristeció el ver llegar ocaso de su existencia. No fue discutido ni juzgado por los hombres. El Tribunal Supremo, el único Supremo, Infalible, Irrecusable y Justo. Le reclamó para juzgarle, temeroso, y desconfiado de la justicia de los hombres que tienen la vanidad de atribuirse supremacías. ¡Cuantos que te sobreviven cambiarían su existencia, dolorida de ingratitud, por la muerte oportuna que te evitó este dolor!
Murió joven, en pleno éxito, llorado por la Patria. Su día de gloria no terminó; se le puso el sol a mediodía. La Sociedad Militar de Excursiones ha organizado para mañana lunes, a las once, un funeral en la iglesia de San José, en sufragio del alma de González Tablas.
Señor, ante ti formamos, aquí nos tienes, una vez más. Somos los Soldados de España. De esta España que nunca muere, que cree en el alma inmortal y que se siente que la muerte es dura, cruel pero no el fin. Señor, hoy aquí firmes codo a codo, con nuestros compañeros de armas, elevamos al cielo nuestra oración, y te pedimos, te rogamos por ellos, por todos los que murieron por España, por todos los que, jóvenes, hombres hechos, o peinando canas de uniforme, o sin él, dieron su vida por la patria.
Larga vida para todos, colmadas de aciertos y éxitos, dejemos volar, la esperanza y la ilusión, que son las alas de la felicidad, olvidemos nuestras tristezas, para colaborar con nuestra palabra, a que no se agrieten, las tres silabas, más bellamente unidas de nuestro idioma España.
Perplejidad y asombro producía contemplar aquellas deslumbrantes guerreras de los Regulares, realzadas por el verde laurel de las cruces de San Fernando y medallas militares individuales ganadas con arrojo y valentía para cumplir fielmente la misión recibida, así podemos contar indígenas. La atención recibida. La gran acogida.
La comandancia general de Ceuta está constituida por un conjunto de unidades que aúnan tradición antigüedad y algunos de los historiales más laureados del Ejercito, junto a los materiales y medios más modernos que les permiten cumplir las misiones encomendadas y participar brillantemente en operaciones de mantenimiento de la paz.
Conseguir la mayor operatividad y alcanzar los máximos niveles de instrucción y adiestramiento constituyen los principales objetivos de la legión, Regulares, Caballería, Artillería, Ingenieros, Transmisiones y Unidad Logística.
Ahora bien, esto no sería posible sin el concurso leal y sin paliativos de la propia ciudad. Los ceutíes se sienten identificados con el Ejercito, de tan arraigada tradición que prácticamente resulta imposible desconectar a ambos, aun cuando cada uno está en su sitio.
Esto lo tiene bien claro el Ejecutivo local, que concede máxima importancia dentro de las prioridades, lógicamente a su relación con el Ejército. A estar presente, ya que forma parte de la vida de Ceuta y seguirá siéndolo.
Es un documento único e histórico y que refleja, de una forma individualizada, el glorioso pasado de los Regulares de Ceuta, no es posible abarcar una estructuración de su contenido ya que ésta lleva en si una gran carga emotiva histórica, por ello el citado libro supera fácilmente cualquier tipo de comentario sobre el
Sus gruesas tapas bordadas con dorados ribetes, encierran la historia del glorioso Grupo, su evolución dentro de los mismos valores, su heroísmo, sus laureles y prestigioso su labor militar y civil. Su disciplina y patriotismo por encima de cualquier idea.
En primer lugar, es necesario destacar las numerosas muestras de admiración recuerdo y afecto dedicadas a la memoria de los antiguos y primigenios jefes de Regulares:
AL fundador, General Berenguer, “jefe brillante y heroico”; al teniente coronel Varela “modelo de infante y espejo de caballeros “al heroico teniente coronel González-Tablas que dio su vida por el grupo y por España, Jefe de virtudes excelsas, a los Regulares de Ceuta los héroes de Melilla, Tazarut, Malmusi y alhucemas. Mandando hoy los Regulares de Tablas, de Ayuso y de Sanjurjo su digno sucesor el dos veces heroico Varela. (generales Millan Astray, Berenguer, Duque del Infantado Martí…).
Son así mismo muy numerosas las felicitaciones a los Jefes, oficiales, suboficiales, y tropa del Grupo:
A los gloriosos Regulares de Ceuta, uno de los baluartes más firmes en valor, abnegación espíritu de sacrificio y disciplina.
A mis bravos Regulares de Ceuta, los hermanos más queridos de mis legionarios.
Un hermoso grupo y más brillantes oficiales, mi felicitación. (generales Yagüe, Millán Astray, Goded…). En otros aspectos resalta sobre manera el constante realce, en muy diversas expresiones “espíritu militar”, que se respira en los Regulares y en el concepto genérico del espíritu militar se engloba la obediencia el sacrificio; la instrucción, disciplina, y policía; la admiración por el orden cerrado.
Su organización…que España entera debe conocer. El ser una verdadera escuela de patriotismo. Su brillante estado. Para juzgar la modestia de nuestro ejército, basta saber que califica de regulares a unas tropas superiores (Rico Abelló, Almirante Salas…)
También se hace resaltar la admiración por la hospitalidad y galantería de los Regulares de Ceuta. Labor social con los soldados y familias indígenas. La atención recibida. La gran acogida.
Martínez Cabrera (1935) agregados militares, personajes de la nobleza. Nos encontraremos con que el libro cobra un poco de vida porque a través de él muchos han revivido momentos pasados, dulces y amargos, como los duros combates y oración por los compañeros caídos y, en fin, entrañables recuerdos.
Los soldados podían ser de muchas naciones, pero los ejércitos eran de España, combatían por ella y fueron los que levantaron esos vientos de gloria que todavía nos distinguen y asombran el mundo.
La guerra según algunos autores es más antigua que la civilización y es posible que aun sea más antigua incluso que la propia especia humana, como demuestran algunos restos de antepasados homínidos hallados por los arqueólogos. No necesito recordaros cual es nuestro deber. Al soldado español, al infante nadie le enseña sus deberes, nace sabiéndolos, lo siente, sabe que ha de ser valiente hasta la temeridad, sabe que sin disciplina no hay triunfo posible, sabe que las ofensas a la patria se lavan con sangre y que la vida nada vale cuando se trata de defender la honra de nuestra querida España.
La Patria es un patrimonio espiritual, en parte visible y en parte invisible todo ello hace de nuestra Patria un valor universal.
La Paz, como solo ignoran los que quieren ignorarlo, no es la ausencia de guerra, es la ausencia de violencia y la violencia es connatural a la especie humana pues el bien y el mar forman parte de nuestra naturaleza y nuestro paso por la vida es un combate permanente entre ellos.
El estado de paz al igual que la salud no basta desear la paz para tenerla, es preciso conquistarla y mantenerla. con caracteres de sangre, están grabados nombres gloriosos, para la patria en los que sus soldados ofrecieron sus vidas con valor y heroísmo, que es un patrimonio que pertenece a la España eterna, al fundir el pasado con el futuro y en la que el presente es algo momentáneo y pasajero.
Este es un sencillo homenaje de reconocimiento a unos bravos soldados que con su comportamiento ejemplar dieron siempre honor y gloria a nuestra querida España en el más acentuado cumplimiento del deber, haciéndose dignos de ser emulados tanto en paz como en la guerra. Heroicos soldados de infantería con toda referencia yo saludo, inclino mi frente ante los gloriosos muertos, alrededor de vuestra sagrada bandera y os dejo mi radiante corazón de antiguo regular a los que hoy estáis aquí presente.
La moral, en su sentido más puro, es la ciencia del bien obrar. En la afección militar supone el más exacto cumplimento de todos los deberes sin más coacción que la de la propia conciencia. Ser moral en la institución militar quiere decir conocer los deberes y cumplirlos. La moral, decía almirante, es la primera condición del soldado de infantería y especialmente de sus jefes ortega y gases, es claro al afirmar que las fuerzas de las armas no es fuerza bruta, es valor y fuerza espiritual.
Para hacer efectivo el dominio territorial es preciso seguir el patrón operativo de la teoría táctica del combate, lo que conduce, inequívocamente, a considerar a las unidades de Infantería como las más idóneas, por ser las especialmente capacitadas para adaptarse al terreno y adherirse a él. Esta realidad se halla en perfecta armonía con la actuación de las unidades de las demás Armas que lo hacen siempre en provecho de la Infantería.
Para las misiones derivadas de la función de imposición esa capacidad proporciona a las unidades ejecutantes la posibilidad de situarse en condiciones de superioridad táctica para las derivadas de las interposiciones y de presencia, les otorga la posibilidad de conseguir una mínima defensa eficaz y, en caso de degradación, resistir durante el tiempo necesario para su incremento. Similares consideraciones pueden hacerse para las misiones derivadas de las actuaciones humanitarias y las llevadas a cabo en ambientes terroristas e insurgentes. Las unidades de infantería en función de su característica, disponen de la capacidad necesaria para anclarse en el terreno y convertirse en baluarte inexpugnable. El fusilero es el combatiente en las distancias más cortas y situaciones más críticas, por ello necesita contar con los más altos niveles de fuerza moral, forma física, firmeza psicológica e instrucción militar, ya que solo con estos presupuestos se puede forjar una voluntad firme, una determinación inquebrantable, una disponibilidad absoluta y una capacidad plena de combate individual. La fuerza moral, para luchar con firmeza; la forma física para soportar fatigas tan exigentes y privaciones tan severas como las que impone la permanencia prolongada en las distancias cortas y circunstancias criticas; la firmeza psicológica, porque resulta indispensable para superar los riesgos, penalidades y depresiones derivadas del aislamiento y de las situaciones límites y la instrucción miliar, porque necesita ser un experto luchador individual, un hábil utilizador de armas portátiles, un selecto tirador, un preciso lanzador de granadas de mano y un excelente aprovechador del terreno.
En definitiva, el fusilero necesita ser el mejor combatiente individual del ejercito porque así lo exigen los cometidos tácticos que le son propios. Para conseguirlo solo son necesarias dedicación plena, instrucción y constancia. Ese nivel de formación y preparación es perfectamente alcanzable como lo demuestra la Historia.
Septem ninil …” siete veces no” siete veces intentaron conquistarla los cristianos y no pudieron y sin embargo a los Regulares nos han conquistado desde la primera vez que tuvimos honor y el privilegio de ir!!
Es Semana Santa, el Grupo de R egulares se pone sus mejores galas para acompañar al Cristo de la “Veracruz”, este año llevamos una gran representación con un Capitán al Mando de una compañía, nuestra querida escuadra de gastadores, la “Nuba” que probablemente no haya otra igual y una comisión amplia que acompaña a la Junta de Gobierno. ¡Es digno de mencionar que todos son voluntarios y no solo eso… ESTAN DESEANDO IR!! No hay pueblo en España más bonito y acogedor … Todo empieza con un pasacalle y de repente la plaza está llena, se ven multitudes en los miradores y hay poco espacio …están expectantes … se oyen tambores de fondo y con su Himno vienen desfilando los Regulares … que se animan cuando son recibidos con una fuerte ovación.
Las escuadras de gastadores hacen un número de movimientos floreados impresionantes cada una, pero hay una cosa curiosa, en medio de una de ellas, el Regular “Macho” le pide la mano a su novia … A lo que responde …”SI” … Recibiendo un fuerte aplauso de todos los presentes … que ejecución tan bien hecha de nuestras escuadras, que sintonía y cuantos momentos difíciles han de superar que al final son fuertemente aplaudidos viendo la dificulta de los ejercicios.
Larga vida para todos ustedes, colmadas de aciertos y éxitos, dejemos volar la esperanza y la ilusión, que son las alas de la felicidad y olvidemos nuestras tristezas para colaborar con nuestra palabra, al menos, a que no se agrieten las tres sílabas, más bellamente unidas de nuestro idioma: ¡España!, gracias Ceuta por la dicha que me embarga! Luis Manso, Noble Regular.
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