Las incesantes olas de calor que azotan Marruecos sumado a la falta de lluvias han provocado una alta tasa de incendios. Según los datos oficiales, la región de Tánger-Tetuán-Alhucemas registró 68 incendios forestales desde principios de año hasta el 10 de julio.
Tal y como ha desvelado la Agencia Nacional para el Agua y los Bosques, la parte norte del reino alauita estuvo a la cabeza de las áreas afectadas por el fuego desde el inicio de 2023.
En este espacio se quemó un área estimada de 881 hectáreas en las que se contabilizaron hasta 68 incendios, el 70% del territorio incendiado a nivel nacional, que ha tenido que lamentar la calcinación de 1.251 hectáreas, 182 incendios.
Del mismo modo la agencia ha detallado que la región de Sus-Masa ocupa el segundo lugar como la siguiente zona más afectada por el fuego con una superficie arrasada estimada en 190 hectáreas: el 15 por ciento del área total devorada por el fuego a nivel nacional.
Con respecto al tipo de suelo quemado, la Agencia Nacional de Aguas y Bosques ha indicado que el 54% del área afectada por los incendios es pasto secundario.
El dispositivo de vigilancia e intervención para evitar que lo daños vayan a más aún se encuentra en su máximo nivel dado que los próximos días se han anunciado temperaturas de hasta 47 grados centígrados, lo que supone un peligro.
En ese contexto, la administración ha realizado un llamamiento a todos los usuarios y visitantes del bosque, como campistas, apicultores, pastores y otros, para que ayuden con las labores de vigilancia y limiten al máximo el uso del fuego durante el período estival.
Con ello se pretende evitar cualquier acción no intencionada que pueda provocar incendios a la vez que anima a informar inmediatamente a las autoridades competentes de cualquier posible fuego o comportamiento sospechoso.