El edificio que tantos años fue sede del antiguo Regimiento Fijo de Ceuta (después Regimiento de Infantería 54), se ha convertido en un Centro Universitario adscrito a la Universidad de Granada. Y por eso, creo que los ceutíes deben felicitarse, porque entiendo que es mejor que los jóvenes se preparen para la cultura antes que para la guerra, salvo que una grave amenaza o agresión obligara a invertir la prioridad. Y es que la cultura es el arma más eficaz que pueden tener las personas, porque ni mata, ni destruye, ni crea miserias, ni penalidades. Por el contrario, la cultura hace más iguales a las personas, reduce distancias, elimina barreras, remueve obstáculos, abre nuevos horizontes, pone más cerca ilusiones y anhelos, y hasta hace a la persona más “persona” todavía.
Santo Santo Tomás de Aquino (gran intelectual), decía que: “Entre todos los trabajos, la lectura y el estudio para la sabiduría, es el más perfecto, el más sublime, el más útil y el más agradable”. Y Ortega y Gasset aseveraba: “Yo soy yo y mi circunstancia”, al entender que, entre las circunstancias inherentes a toda persona, no pueden faltar su proyecto y su “misión histórica” de formarse y progresar en la vida; porque la vida – nos dice Ortega - “no se nos da hecha, sino que necesitamos hacérnosla, cada cual la suya”. La cultura, en suma, creo que es el motor que más mueve y beneficia a las personas y a los pueblos.
Pero, con independencia del bien y de las grandes ventajas que ese Centro Universitario puede suponer para Ceuta y los ceutíes, que sin duda serán muchos, el Regimiento Fijo de Ceuta fue una institución emblemática, muy querida y de hondo arraigo, algo así como un vivero fértil de valientes soldados ceutíes. De él formaron parte dos héroes de la talla del Teniente Jacinto Ruíz de Ceuta y Agustina de Aragón. De su bandera prendían hasta 10 Cruces de San Fernando y 33 Medalla Militares. Bien podría decirse que, ese era el peso más glorioso que sobre sí llevaban sus abanderados. En 1706, sus Capitanes D. José Correa y D. Manuel Mora, fueron hechos cautivos en Río Negrón y fueron llevados a Mekinez. El rey Muley Ismail les ofreció riquezas y honores si se convertían al islamismo; pero ellos respondieron que preferían morir por su fe y por su Patria antes que abjurar de su religión. Fueron sacados a un patio donde el propio rey ordenó dispararles a matar. Ambos cayeron, pero el Capitán Mora seguía con vida. El mismo monarca sarraceno lo remató con su alfange y propia mano. Por eso se concedió al Regimiento el título de DEFENSOR DE LA FE, que con orgullo ostentó en su escudo. En el campo de fútbol que tenía enfrente, ahora tan mejorado y que lleva el nombre del célebre jugador ceutí José Martínez (“Pirri”), recién llegado yo a Ceuta en 1958 se celebraba todos los domingos una liguilla local muy popular, a la que asistían gentes de todas las barriadas de Ceuta.
El Regimiento Fijo de Ceuta trae causa del año 1668, cuando se formaron dos Compañías, una denominada “Bandera Vieja”, y la otra “Bandera Nueva”, que en 1670 tomaron el nombre de “Compañías de Ceuta”. Dichas Unidades fueron aumentando hasta 18, adoptando en 1703, por orden del Gobernador Marqués de Gironella, el nombre de “Tercio Permanente de Ceuta”. En 1715 fue “Regimiento de Ceuta nº 28”, ese mismo año “Regimiento de Dotación Fija de Ceuta”. En 1818, “Regimiento de Ceuta de línea 27”. En 1834, “Regimiento de Ceuta nº 19”. En 1847, “Regimiento Fijo de Ceuta”. En 1875, “Batallón Provincial de Ceuta”. En 1880, “Regimiento Disciplinario de Ceuta”. Ese mismo año “Regimiento de Infantería Fijo de Ceuta”. En 1889 “Regimiento de Infantería de Ceuta nº 61. En 1904 “Regimiento de Infantería de Ceuta nº 1”. Durante la República fue reducido a Batallón con diversos nombres, hasta que en 1943 tomó el de “Regimiento de Infantería de Ceuta nº 54”. En 1985 se disolvió, siendo continuador de su heroico historial el “Regimiento de Infantería Fuerzas Regulares de Ceuta 54”. Se puede ver cómo a lo largo de su historial y con todas sus denominaciones ha llevado siempre indisolublemente unido el nombre de Ceuta. Tomó parte en hechos de armas tan destacados como: Defensa de Ceuta 1694-1734 (gran sitio de Muley Ismail), guerra de Italia 1743-46, defensa de Ceuta 1746, 1752, 1791, 1781-82, sitio de Gibraltar, Campañas de Marruecos, guerra del Rosellón con Francia 1793-95, Guerra de la Independencia 1808-1812 con intervención en la Batalla de Bailén, guerra Carlista 1872-76, reconquista de Menorca 1781-82, sitio de Gibraltar, campañas de Marrueco, guerra Civil 1936-39, etc. Fue una de las Unidades que más defendieron a Ceuta.
He localizado la Real Orden dada por el Rey Felipe V el 13-01-1734, por la que se regulan distintas Unidades de Ceuta, y reproduzco el texto íntegro por el interés que para su historia pudiera tener, pese a que contiene faltas de ortografía. Dice lo siguiente: “Queriendo el Rey reglar algunas dependencias que tocan a esta Plaza, y dar providencia a otras útiles a su real servicio, ha venido en que se execute lo siguiente: Que para que se consiga que el Regimiento Fixo de la Plaza esté completo, como conbiene, resuelve se aplique y destine a él la mejor gente de los desterrados en quienes no concurran delitos feos, y que no se agregue ninguno de esta calidad a las Brigadas para los trabajos hasta que se haya executado así, y que cualquier desterrado que después de cumplido el tiempo de su sentencia quiera servir en el mismo Regimiento o en otro de la misma guarnición, se admita sin obligarle a que se embarque.
Reconociéndose algunos inconbenientes de que los Marineros y gente de Maestranza estén agregados a la gente de guerra que debe tener, y los inútiles segregándose a la gente de Mar y Maestranza, la cual ha de estar directamente a las órdenes de sus respectivos Cabos, fórmese por los Oficios lista separada para la satisfacción de sus goces. Para que el Regimiento se halle con gente voluntaria que se animen a servir en él los naturales y connaturalizados de esta Plaza, viene el Rey en que los empleos que vacasen en él no se proponga sugeto alguno que no sea natural de esa Plaza, o esté connaturalizado en ella de que se zelará esta parte por el Gobernador y Veedor para no poner en los Despachos que se expidieren de ello: habiendo prevenido esto mismo al Inspector y Director General de Infantería, a fin de que la suya lo practiquen así en las Proposiciones que se hicieren y pasaren a sus manos el Coronel u Oficiales a quien toca hacerlas.
Considerándose que desde la Guarnición se le socorre con el PREST, en lugar de la ración de que gozaban antes, y extinguiéndose las ropas, se han introducido en la Plaza muchos forasteros, y quedando en ella algunos desterrados después de cumplido el término de sus condenas, con títulos de tenderos para comestibles y mercaderes de ropa con sus familias, de que resulta envían sus caudales a España, y se retiran de la Plaza, quiere S.M. que por los Oficios se forme un Vecindario General de la Ciudad a sentar plaza en el Regimiento Fixo o demás Compañías, respecto de que siendo los más casados puedan dexar a sus mugeres el manejo de sus tiendas y hacer el servicio; y no executándolo, que salgan de la Plaza con sus familias y que no se admita en adelante en ella a ningún forastero más que los precisos, sin intervención de los Oficios, por cuyo medio tendrá el Regimiento más soldados voluntarios, pues los que no fueren a propósito y de la satisfacción del Coronel se agregarán a la Compañía de milicias, para acudir a lo que les ordenare por el Gobernador en las ocasiones de rebato y riesgo. Teniendo S.M. noticia que en la Infantería, Caballería, Compañías de artilleros, Minadores, Marineros y Maestranza hay algunos sugetos que por su crecida edad, heridas o achaques están imposibilitados de hacer el servicio, y que siendo naturales o connaturalizados de la Plaza, son acreedores al sueldo de Inválido, quiere el Rey se les pase luego revista por el Gobernador y Veedor y se les haga reconocer por el Médico y Cirujano en la forma que previene el Reglamento, para que dando cuenta de los que sean acreedores a aquella gracia, resuelva S.M. se sienten plazas en las Compañías de la Ciudad y despidan del servicio los que no siendo acreedores”.
En esta Orden claramente se ve la predilección e interés que el propio Rey tenía en que los miembros del Regimiento Fixo fueran hijos de Ceuta o, si eran desterrados, que no estuvieran implicados en delitos de los más punibles, y que estuviera completo, porque el Gobernador que entonces le había formulado tal propuesta, el valiente Marqués de Gironella, lo hizo con el convincente argumento de que interesaba que los miembros del Regimiento Fijo fueran hijos de Ceuta, porque, habiendo nacido en esta Plaza, a nadie les interesaría más que a ellos defenderla y conservarla. Y, siendo así, ¿por qué desapareció el Regimiento Fijo de Ceuta?
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