Las fuerzas de seguridad han reforzado los controles en el paso del Tarajal, centrándose sobre todo en el registro de vehículos para detectar la entrada de inmigrantes ocultos en dobles fondos. El repunte migratorio que se ha registrado tiene buena parte de su explicación en las entradas por el paso fronterizo y en la actividad de organizaciones que se dedican a preparar los coches para facilitar los accesos.
Tanto Policía Nacional como Guardia Civil mantienen abiertas varias operaciones, a sabiendas de que han llegado varios subsaharianos al CETI o han sido interceptados en el camino que no habían accedido a la ciudad por mar.
El refuerzo en la seguridad ha tenido su incidencia directa en la fluidez fronteriza, provocándose situaciones de mayor colapso en el momento en que existe una mayor presión. Así ocurrió en la tarde de ayer, con colas que alcanzaban el Hotel Ibbis. Hace unas semanas, este tipo de controles y la presión ejercida por los pasadores de inmigrantes, fue también determinante para que se organizaran largas colas que llegaron a bloquear la entrada en la ciudad hasta la madrugada.
Este tipo de pase eleva el riesgo a los subsaharianos, que son escondidos en los lugares más insospechados. También producen mayores ganancias entre los pasadores ya que los cobros son más elevados.