Reflexiones sobre una tumba desconocida

Lo bueno es bueno! Por eso, siempre me ha dado lastima ver como muchas energías valiosas, desinteresadas y abnegadas, se gastan sin apenas fruto alguno, muchas veces destruidas por pequeños ególatras gobernantes. Por ello, me da pena saber que la mayoría de ellas simplemente son desperdiciadas por el capricho de unos pocos. Que gran verdad dijo el hijo de un relojero allá por los años del 1700 y pico. “Sé mediocre y servil y todo lo conseguirás”. Se llamaba Beaumarchais y murió en 1799. Pero sentó las bases de cómo medrar ante la arbitrariedad de los poderosos. Porque el poder puede sujetar voluntades, pero… ¡No gobernar! ¡Libertad deambulatoria, libertad de educación, libertad de conciencia y cuentas trasparentes y claras! Son los ejes básicos de la libertad y bienestar de los ciudadanos. ¿Donde dormirán, hoy día, estas ideas?
Y esta fue mi reflexión, cuando en mis paseos mañaneros, me topé con un burro y una aislada tumba desconocida, todavía no terminada. Salude al burro con el acostumbrado ¡Buenos días!, porque, nunca esta demás saludar a nuestros prójimos que, aunque malos, vemos normalmente todos los días. Todo el demás tiempo lo dedique a la inacabada sepultura. Porque el hombre, debe siempre pensar y leer entre líneas. Es más aún, tiene que reflexionar siempre mucho después sobre lo visto y leído cada día.
La tumba a la que me refiero, estaba en un escondrijo oculta por la maleza. En su cercanía más próxima, como un cortinaje, solo la naturaleza la acompañaba. Era una tumba oscura, heredera de un cierto inquilino aún no guardado, quizás asombrada de no estar todavía habitada. Y debía ser para alguien poderoso ya que se notaba que: ¡Era una más de los ambiciosos prestes sin tierra, que para nuestra desgracia el mundo fabrica sin parar!.
Pero, lo que más me sorprendió es que era una tumba inacabada en la que faltaba cavar mucho más. ¿Faltaría hacerla más grande para dar cabida a esos siervos mediocres que como en las tumbas de los faraones, hasta en los sepulcros, siempre le acompañaban?. Si… de esos que dicen que tienen, saben y cobran, aunque en el fondo sean como aquel que describía F. Quevedo en el “Buscón”, a quien toda su experiencia naval solo se le reconocía por su afición a comer nabos.
Estando es estas profundas meditaciones, observe con mas detenimiento la lapida que apoyada en ella yacía en un lateral. Y leí en ella: “Aquí yace un gobernante/ en cuya palabra nadie confió/ que nunca dijo nada improcedente/ ni nunca hizo nada inteligente”. Es decir, que jamás se halló la verdad en su boca. Es más… que ni aún por descuido decía verdad. Y a la mente me vino una idea ¿Cuántos conozco, que jamás tienen una mala palabra, pero que tampoco tienen ninguna buena acción? Luego…¿De qué manera podrían hacerle un epitafio mejor?
Y en estos pensamientos estaba, cuando recordé el tronante escándalo, que al parecer se esta  destapando. ¡Dinero, pagos y cuentas en paraísos fiscales, es lo que los periódicos cuentan con pelos y señales! Y digo tronante, porque el ruido del escándalo esta ensordeciendo a la sociedad, distrayéndola de sus verdaderos problemas. Hablan del Palau, que aquí llamamos palacio. Bien… en las alcobas de los palacios siempre han pasado cosas raras, ¿Entonces?, no sé porqué nos extrañamos de que pasen, si en todas las habitaciones siempre hay rincones oscuros que apenas se limpian. Además, eso de llevarse lo ajeno no deja de ser en este país de las autonomías, un arte liberal y muy democrático.
Pero bueno, con todas estas cosas, los pobres sufridores y pagadores del inmenso despilfarro nacional, en el que no participamos, nos entretenemos un poco. Luego, no deja de ser en cierto aspecto tristemente divertido. ¡Vaya gobernantes nos echamos a las espaldas!. ¿Cuándo aprenderemos? ¿Es que no sabemos que cualquier buen administrador es a fin de cuentas el mejor para gobernar nuestras economías? Porque no nos engañemos a los más de las gentes, las formas de gobierno nos importan un bledo y dejamos que los tontos contiendan en ellas. Mas… incongruentemente permitimos que los partidos y sindicatos, vomiten diariamente un numero indeterminado de incompetentes que con su superioridad numérica, determinan la forma de vida de todos. ¡Así, nos va!
Después, aburrido de mirar la tumba ignorada la oculte de nuevo con la maleza y decidí olvidarla para no visitarla nunca más. Porque, verdaderamente, a mí… que me iba a preocupar si después de enterrado el muerto, este haya escrito o no su cuento o cuenta corriente personal.
Y ya de regreso, pensé que en nuestra casa la perspectiva más necesaria es aquella que conduce directamente por Madrid a Europa, no por los caminos circunflejos que hasta ahora hemos andado. Y me preocupó, la repartición de ayudas que en la misma se quiere dar a este pequeño pedazo de tierra española. Y seguí paseando con la esperanza de que, por la cuenta que nos tiene, nuestro presidente nacional, Rajoy, tenga éxito en sus gestiones europeas.
Porque, es necesario en estos momentos de crisis, tener esperanza en el porvenir. No sentirnos de acuerdo con el presente y aceptar lo evidente. ¡Hay que ser combatientes henchidos de esperanza!. Hay, que buscar proyectos nuevos para el futuro. No necesitamos meros gestores, que apenas sumando y restando no saben separar con claridad lo verdadero y lo falso. No necesitamos prestes que solo buscan soluciones mediante medidas recaudatorias, manteniendo los mismos objetivos que nos llevaron a la quiebra. ¡Hay que tener pensamientos y no solo puntos de vista, si queremos salir de la crisis!
Pero estas son otras reflexiones que ocuparán otro paseo y otro cuento.