Lo ocurrido el fin de semana es una desgracia para todos. Para los que ahora habitamos Ceuta y para las próximas generaciones. Tiempo habrá para conocer las causas de este desastre. Hay que dejar a la Guardia Civil que trabaje, primero para verificar si la acción humana está detrás y, después, para, de ser así, proceder a la detención con todas las garantías que lleven a una pena. Y para eso hay que hilar fino. Demasiadas cosas se están diciendo y asegurando como ciertas, cuando quizá, una vez se analice el terreno (algo que todavía no ha podido hacerse al no estar el fuego extinguido) podamos sorprendernos con otras consideraciones.
Más allá de la investigación y sus resultados, todos debemos hacer una reflexión. Porque la historia de este desastre ambiental no es tan bonita y simple como nos la están contando. Primero, negar que los montes están sucios no es solo una barbaridad sino que es mentira. Esto no quiere decir que haya brigadas que no hayan hecho su trabajo. No. Esto quiere decir que hay mucho marrano suelto. En más de una ocasión he acudido con mi familia a la zona situada justo al lado del incendio y cada fin de semana que he dado el recorrido me he topado con basura de ciudadanos (por llamarlos de alguna forma porque no lo son) que han dejado restos de comida y basura, restos de bebida y más cosas por todo el lugar.
Justo donde comenzaron las llamas, el mismo día del incendio había latas, botellas y basura de quienes no dudan en considerar nuestros montes como un vertedero. Y no hace falta detenerse en García Aldave, cualquiera que dé la vuelta al Hacho se topará con un sendero de basura, mucha de ella arrojada al lado de papeleras... el colmo de la vagancia y de la mala educación ambiental. Que esto pase es culpa, principalmente, de todos nosotros. Unos por incurrir en estas prácticas, los demás por permitirlo. Y la autoridad por no entender que la Policía medioambiental es algo más que tener dos coches patrulla rotulados.
Segundo. Si sabemos el lastre que supone territorialmente Ceuta y la dependencia ante grandes incendios de los medios aéreos, ¿no debería haberse acordado con la urgencia debida la habilitación de los aparatos que hay en nuestra ciudad para esta misión? Hace un par de años, en una festividad de San Antonio y tras un incendio, el Gobierno dijo que lo estudiaría pero no lo ha hecho. Estas son las cosas que requieren de la urgencia necesaria, que ahora rechinan cuando se nos dice que lo estudiarán... Nos dormimos ante lo realmente importante. Lo era esto como también lo es tener una plantilla de Bomberos con los recursos suficientes para que en pleno incendio no se estropee un camión o para que no tengan que pagar las injustas críticas ciudadanas. Y eso se consigue con una plantilla que tendría que haber sido la suficiente hace tiempo y con mayor número de retenes sin mirar gasto en horas como no se hace en otros asuntos.