La Consejería de Economía, Hacienda, Administración Pública y Empleo que dirige Susana Román aprovechará la próxima reunión de la Mesa General de Negociación de la Ciudad, que iba a celebrarse ayer pero que tuvo que ser suspendida al quedar el director general de Recursos Humanos, Francisco Díaz, atrapado en la península por el temporal, para retomar las conversaciones con los sindicatos con vistas a la aprobación de una Relación de Puestos de Trabajo (RPT) y para “informar” sobre la Oferta de Empleo Público que prevé convocar este año.
Además, se tratarán las bases de las convocatorias para la provisión de una plaza de Intendente (concurso oposición por promoción interna), otra de Programador-Operador (por turno libre) y del puesto de trabajo de jefe del Servicio de Industria y Energía.
La documentación remitida a los representantes de los trabajadores para avanzar en la definición de la RPT, cuya aprobación es un compromiso largamente incumplido por los Gobiernos de Juan Vivas, incluye la formación específica a requerir en función de los puestos de trabajo, grupo y escala de que se trate, tanto para funcionarios como para personal laboral.
El documento nace anticuado en algunas partes, pues en muchos casos (bomberos, policías locales...), por ejemplo, requiere el permiso de conducir de la clase BTP, suprimido hace un año y medio y que hasta entonces se exigía para taxis, ambulancias y otros vehículos de emergencia y escolares.
También detalla las plazas que podrán ocupar los puestos de trabajo de funcionario. Así, por ejemplo, la de director de Biblioteca se reserva para un licenciado en Biblioteconomía, Historia o Documentación y la director de la Residencia de Mayores, para un ATS, trabajador social o técnico de Grado Medio.
Para ser jefe de Sección será necesario, según el borrador-propuesta, ser técnico superior de Administración General y para ejercer de Oficial Mayor, cargado de polémica, “funcionario de Administración Local con Habilitación Nacional en clase de tercera”.
Estar en la Secretaría General exigirá “Habilitación Nacional”, como hacerlo al frente de la Tesorería o de la Intervención de la Ciudad.
Las pruebas selectivas para cubrir una plaza de Programador Operador de la Ciudad incluirán en la fase de oposición, si se confirma la propuesta del Gobierno, un primer ejercicio que consistirá en desarrollar por escrito dos temas elegidos al azar en el tiempo máximo de tres horas. El segundo consistirá en la realización de un supuesto práctico a proponer por el Tribunal “relacionado con el desempeño de las funciones propias de la plaza a la que se opta y según el temario previsto”. Ambos tendrán carácter eliminatorio. Para participar se prevé exigir “estar en posesión del título de Bachiller o de Técnico”.
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