Un homenaje para quien dejó una huella imborrable. Como es tradición, los bomberos de Ceuta, recordando a su compañero Marco Antonio Navas Lázaro, han servido como emisarios
de los Reyes Magos y han dibujado sonrisas en los rostros de los niños que se encuentran
hospitalizados por diferentes motivos. Y es que Sus Majestades hicieron un alto
en el Parque de Bomberos para dejar unos juguetes en honor a Marco Antonio y los profesionales del SEIS los llevaron al hospital, siendo estos compañeros los encargados de repartir la ilusión en un día tan mágico a los niños que se encuentran en el clínico ceutí. Quienes tuvieron la suerte de conocer a Marco Antonio y de trabajar junto con él lo recuerdan como “un bombero ejemplar, que el día 30 de abril de 2009
fallecía en acto de servicio mientras realizaba una práctica subacuática de su amada profesión”. Según nos narran sus compañeros, Marco Antonio además de ser un gran profesional, tenía una debilidad: los niños. “Se volcaba y ponía el corazón en todas las actividades que estuviesen relacionadas con ellos y que se siguen desarrollando anualmente en nuestro parque de bomberos, con las visitas de colegios y otras actividades con las que Marco Antonio Navas disfrutaba al máximo”, explican. Por este motivo, los Reyes Magos tomaron buena nota de ello y dejan cada año en la madrugada más mágica una nota donde recoge que se lleven al hospital esos juguetes en el nombre de Marco Antonio Navas Lázaro.
Es un honor cumplir con esta tradición
Para sus compañeros es un honor
cumplir con esta tradición, para así, además de repartir ilusión, conmemorar a su gran compañero. Así, honrando este legado y con la ayuda de los Reyes Magos, los bomberos han podido cumplir nuevamente con algo que para ellos es sumamente importante y es entregar en nombre de Marco Antonio todos esos obsequios que los Reyes Magos les hacen llegar por encargo de ese compañero que tanto echan en falta. A pesar de ya no estar entre nosotros, Marco Antonio Navas Lázaro siempre vivirá en la memoria de sus seres queridos, incluyendo aquellos con quienes compartía labores y para quienes cada 6 de enero es una ocasión más para
poder continuar la labor de alguien quien en vida estaba presente en toda actividad solidaria organizada a favor de los más pequeños. De hecho, un año antes de su fallecimiento, organizó con enorme éxito una jornada de exhibición de materiales y destrezas de los Bomberos en el Parque de la Marina con objeto de recaudar fondos para la financiación del tratamiento de un niño enfermo en esos momentos hospitalizado.