La forma de vida que llevamos no es sostenible y eso lo sabe ya cualquiera, no hace falta ser un experto en nada. Los recursos no son infinitos y al paso acelerado que vamos acabaremos con todo.
El consumismo desproporcionado debería de tener los días contados por el bien del planeta en general, pero estamos muy lejos de que eso se produzca de una forma voluntaria. Toda la “maquinaria” está preparada para incitarnos a consumir de todo, da lo mismo que no valga para nada útil aquello que compremos, o que tengamos en la casa ese mismo producto repetido unas cuantas veces, o que sea perjudicial para la salud...
La publicidad incitándonos a consumir nos asalta por todos los sitios: Internet, medios de comunicación digitales e impresos, televisión, vallas publicitarias, redes sociales, etc.
Una de las principales industrias que más contaminan y daño hacen a la salud de las personas y al planeta en general es la industria alimentaria, y sobre todo el sector dedicado a la ganadería, el cual es uno de los principales responsables del cambio climático, ya que es de los que más contamina. La negocio de la ganadería tiene varios motivos importantes por los que debería de desaparecer.
El primero y más importante, porque los animales son seres vivos que sienten y no deberían de ser utilizados como alimento para el humano. Y mucho menos ser criados y transportados de la forma tan ruin que se está haciendo. Millones de animales viven hacinados en granjas sin ver la luz del día y son engordados de una forma rápida para que su carne (cadáver entero o troceado) pueda ser puesto lo antes posible a la venta con el único objetivo de ganar dinero.
El segundo, porque para nada es necesario que tengan que ser asesinados todos los días millones de animales para que el humano se alimente de sus cadáveres. No hay que olvidar que la mayoría de los productos alimenticios que se extraen de los animales cada día son de peor calidad debido a que la industria alimentaria de lo único que se preocupa es de ganar dinero, y tienen a los animales en pésimas condiciones de vida y los atiborra a medicamentos (antibióticos sobre todo), y a porquerías de piensos que les dan para engordarlos lo antes posible. Por cierto, que los antibióticos que le dan a los animales de forma desmesurada y con muy poco control para que no enfermen, finalmente terminan en el organismo de los humanos que consumen la carne de esos animales. Esto termina haciendo a los consumidores más inmunes a la mayoría de antibióticos, lo cual les puede costar la vida en el caso de que algún día necesiten tomar antibióticos para curarse de una infección grave.
El tercero, si la ganadería desapareciese como comercio no pasaría nada malo, todo lo contrario, mejoraría muchísimo el medio ambiente. Además, sería bueno para la salud del humano que llevaría una dieta mucho más saludable comiendo más vegetales (verduras, hortalizas, frutas, etc.)
Por otro lado nos venden como una gran solución contra el cambio climático que reciclemos, que echemos en los contenedores correspondientes el cartón, plástico, vidrio, etc., que todo eso es muy bueno para el medio ambiente. Lo que no nos cuentan son los intereses económicos que hay detrás del reciclaje, ni todo el engaño que hay. Buen sitio han encontrado muchos ladrones de guante blanco en todo lo relacionado con los negocios del medio ambiente para llevárselo bien calentito. Tampoco nos dicen claramente los tantos por cientos reales que se reciclan de los residuos que se depositan en los contenedores, pero no hay que ser muy listos para saber que son mínimos. Tampoco nos hablan de los inconvenientes que ponen las principales empresas encargadas de reciclaje para poner en marcha otras alternativas para reciclar, como es instalar máquinas que devuelven el dinero que cuesta un envase cada vez que lo introducen en ella o unos puntos que equivalen a descuentos en el transporte público, etc.
Lo que deberían de hacer es empezar a decir que el reciclaje, depositar los residuos en el contenedor, ¡está muy bien!, pero que eso es un invento del sistema capitalista para limpiar conciencias y para que se siga consumiendo al mismo nivel o más. ¡Está bien reciclar! Pero mucho mejor sería para el medio ambiente comprar lo que se necesita, dejar de consumir por consumir. Que los Gobiernos saquen leyes que obliguen a las empresas a vender a granel todo lo que se pueda, reducir envases innecesarios... También hay que promover una dieta sostenible que contamine mucho menos, donde predominen los vegetales, incentivar los transportes públicos, la movilidad sostenible, las energías renovables, etc.