Si hay una cena fácil, esta es la 'quiche' o tarta salada, un plato de origen francés. A los niños les gusta y puedes utilizar los ingredientes que más os gusten o, directamente, lo que tengáis en la nevera. Es un recurso fantástico para la cocina de aprovechamiento. Se puede hacer con cualquier tipo de proteína (jamón cocido, bacon, pollo, chorizo...), algo de verdura (espárragos trigueros, guisantes, o mis preferidas, las espinacas, que le van muy bien), huevo y leche evaporada (suelo utilizarla en vez de nata, es menos calórica y sale igual de sabrosa). La masa es fácil conseguirla ya preparada y refrigerada. En este caso, la masa ideal es la masa quebrada; las preparadas no saben igual que una casera pero ahorran tiempo y te animan a preparar esta receta con más facilidad. Vamos allá... Recuerda que puedes seguir a la autora, Susana Roop, en
Ceuta en el Paladar, en la página del Facebook
Cocinillas con poco tiempo, y en
su perfil de Instagram.
Ingredientes:
Una pechuga de pollo Un puerro 1/2 cebolla 100g de espinacas congeladas 4 huevos Unos 300 ml de leche evaporada Sal, pimienta y nuez moscada Queso rallado al gusto
Elaboración:
Precalentamos el horno a 190ºC con calor arriba y abajo. Abrimos la masa quebrada y extendemos sobre un molde circular de unos 29 cm de diámetro. Una vez caliente el horno introducimos el molde con la masa únicamente y horneamos durante unos 10 minutos para que se cocine y se seque ligeramente la masa. Abrimos el horno y sacamos el molde y apartamos. En una sartén a fuego medio sofreímos el puerro finamente picado y la 1/2 cebolla, con cuidado que no se nos dore demasiado. Bajamos el fuego si es necesario. Añadimos la pechuga de pollo salpimentada y picadita a trocitos, y la sofreímos lentamente con la cebolla y el puerro. Añadimos la espinaca ya descongelada bien escurrida, le damos unas vueltas mezclando bien los ingredientes. Corregimos de sal y echamos nuez moscada al gusto. Apartamos del fuego y reservamos. En un bol echamos los 4 huevos, los batimos y añadimos una pizca de sal, e incorporamos la leche evaporada, unos 300 aproximadamente. Añadimos el sofrito de cebolla, puerro, pollo y espinacas al bol de los huevos. Espolvoreamos el queso rallado según la cantidad que nos guste. Mezclamos y vertemos sobre la masa. Horneamos unos 25-30 minutos, o hasta que al introducir un palillo lo saquemos limpio y así veamos que el huevo se haya cuajado. Sacamos del horno, dejamos reposar 5 minutos y servimos. ¡Un plato exquisito y muy completo!