La oferta de puerto seguro en Valencia para el buque Aquarius después de que se le rechazara el atraque en las costas italianas y maltesas con más de 600 subsaharianos rescatados de pateras el pasado fin de semana ha abierto un agrio debate político en España. Un debate con especial fijación a lo que ya ocurre en las vallas de Ceuta y Melilla. Aunque por un lado la vicepresidenta y ministra de Igualdad, Carmen Calvo, ha apuntado esta mañana que la decisión que ha adoptado el Gobierno ofreciéndoles un puerto era fruto de una "obligación legal" ante una "emergencia humanitaria, una situación al límite", el coordinador del PP, Fernando Martínez-Maíllo, asume que lo que ocurra puede ser "muy peligroso" y que no se puede convertir a España "en un coladero". Calvo, por un lado, ya ha asumido que hay que replantear lo que ocurre en el vallado de las ciudades autónomas. "Europa tiene que reflexionar sobre lo que está pasando; tenemos que trabajar en el origen, no solo en términos de caridad y solidaridad sino de despegue de los países". También ha recordado que las fronteras de Ceuta y Melilla son fronteras para toda Europa. Por su parte, Maíllo ha insistido en que diariamente "estamos devolviendo a mucha gente a través de la verja de Ceuta y Melilla" y, por ello, ha pedido que se tenga cuidado con "el doble lenguaje" porque este es "un problema" de la Unión Europa que hay que enfrentar en ese escenario. También el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, ha reprochado al Gobierno que haga "demagogia", sobre todo cuando "las mafias aprovechan estas noticias para aumentar la presión". También desde el ámbito de las ONG y organizaciones sociales se ha reaccionado. La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) ha incidido en un comunicado que el principio de salvar vidas en el mar no debe ser cuestionado. "Es necesario aplicar el derecho del mar y llevar cuanto antes a un lugar seguro a estas personas.".
Los italianos dicen que España es hipócrita: "Nos van a dar lecciones con una valla de seis metros en Ceuta y Melilla"
El anuncio del presidente del Gobierno de recibir en un puerto seguro a los 600 migrantes del Aquarius ha levantado numerosas reacciones en la bota. Más allá de algunos que han aplaudido la decisión al tiempo que se han avergonzado del Gobierno de la Liga Norte y del Movimiento 5 Estrellas, la publicación de varios artículos en prensa, como en Il Giornale, han azuzado varias críticas a la "hipocresía" española. El artículo en cuestión se titula 'Inmigrantes: las dos caras de España. Por qué no puede dar ninguna lección a Italia'. Uno de sus párrafos abunda en el "alambre de puas" que se erige sobre la solidaridad española. "Para aquellos que logran superarlo, los rifles de la Guardia Civil les espera". Se refieren a la frontera de las ciudades autónomas. Il Giornale reseña que el Gobierno ejecuta devoluciones en caliente y denuncia una gestión de los perímetros "con condiciones inhumanas". Artículos similares ha desatado una ola de comentarios de italianos que reprochan al Gobierno español una suerte de lección moral. ¿Y lo que hacen los españoles es tener las puertas abiertas en Ceuta y Melilla? Hipócritas. También algunos españoles reaccionaron a la polémica: Y algunos italianos veían igualmente vergonzosa la actitud del Ejecutivo de este país con la situación de Ceuta y Melilla. Estoy de acuerdo con definir de "vergonzosa" la posición italiana (que también se derrumbará en los próximos 3 ó 4 barcos que llegarán) pero los franceses podrían dar un buen ejemplo abriendo Ventimiglia y los españoles Ceuta y Melilla.
La mayoría de grupos en el Congreso saludan el gesto del Gobierno
Unidos Podemos, En Comú Podem, Compromís, IU, En Marea, el PDeCAT, ERC e incluso Ciudadanos han aceptado la iniciativa de ofrecer Valencia como puerto seguro para el Aquarius. Las primeras siglas, todas con representación en la Cámara baja, saludan la iniciativa de Sánchez por su reacción. La portavoz de Unidos Podemos, Ione Belarra, se ha mostrado muy satisfecha aunque ha asegurado que tras este "primer paso" queda "mucho por hacer". Incluso el portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, ha asegurado que no tiene "nada que decir" porque para él la "prioridad absoluta" es salvar vidas, aunque ha entendido que una "excepción humanitaria" nunca puede ser la regla.