Razones para que Marruecos tenga aduana con Ceuta

Hace ya más de 19 años que escribo todos los lunes en El Faro de Ceuta y, desde entonces, no he dejo de recordar, al menos en 9 de los 1.200 artículos que en dicho periódico llevo publicados, los serios problemas que genera el hecho de que Marruecos en su lado fronterizo no cuente con una Aduana comercial con Ceuta. Y de verdad que cuesta trabajo tener a diario que ver la penuria de tantos miles de porteadores marroquíes, mayormente mujeres, que difícilmente existe una imagen que tanto repugne la conciencia humana, viendo que miles de esas pobres mujeres, unas viudas, otras repudiadas por sus maridos o separadas, a veces embarazadas, todas pasando estrecheces y necesidades para sacar adelante a sus familias, de las que ellas son su único sustento, pues aparecen a diario cargadas a la espalda con grandes y pesados fardos, en muchos casos a pie parado y sin poder avanzar, con la cabeza y el cuerpo genuflexo hasta casi llegar al suelo, bajo un sol abrasador los veranos o con lluvias y demás inclemencias del tiempo en los inviernos.

Esa imagen no se ve ya en ningún país tercermundista, nada más que en dicha frontera del lado marroquí. Y con esa imagen creo que se terminaría con sólo crear una Aduana comercial moderna, con la que quedara regulado el comercio transfronterizo entre Ceuta y Marruecos, y viceversa. De otra parte, no se concibe que Marruecos hoy sea más intolerante con ese comercio transfronterizo que hace 600 años, cuando los portugueses ocuparon Ceuta, en aquellas primeras épocas de hostilidades y dificultades en la frontera se toleraron los mutuos intercambios comerciales; pues si en 1418 dicho comercio ya se toleraba, ¿cómo se puede justificar que casi en 2020 Marruecos sea más intolerante que entonces, hasta negar ahora el tráfico mercantil y el intercambio comercial aduanero por parte de Marruecos a España por el Tarajal, que tanto interesa por igual a ambos países?.

Para poder comerciar hoy de forma ordenada y legal desde Ceuta con cualquier ciudad marroquí próxima a ella (Castillejos, Rincón del Medik, Tetuán, etc), como en el lado de Marruecos no hay aduana, habría que hacerlo desde Ceuta en tránsito vía Algeciras-Tánger-Tetuán-Rincón del Medik-Castillejos, etc; y viceversa, desde Marruecos a Ceuta, por Tánger-Algeciras-Ceuta. Y eso, además de ser lo más irracional, entorpecedor y costoso, es una barbaridad y toda una aberración, entre otros, por los motivos y razones siguientes que a continuación trataré ordenadamente de enumerar:

1). Estamos en el siglo XXI, y el comercio constituye un poderoso motor de desarrollo económico que es lo que más promueve y fomenta las relaciones económicas, de amistad, buena vecindad y convivencia entre las personas y los Estados, siendo impresentable que no se exploten y aprovechen por ambas partes tales posibilidades por no existir una aduana, que hasta el último país africano la tiene.

2). Ceuta es puente de culturas, civilizaciones y pueblos que une el Atlántico y el Mediterráneo, y puerta de entrada y salida entre el Magreb y Europa, entre el mundo oriental y el occidental; lugar de convivencia de hasta cuatro religiones y culturas; lo que hace de ella una ciudad abierta, cosmopolita y con unas señas de identidad basadas en el respeto y la tolerancia. Más de 80.000 habitantes conviven siendo cristianos, musulmanes, judíos, hindúes, etc.

3). La ciudad tiene una situación muy singular caracterizada por unas condiciones geográficas especiales: necesidad de recursos naturales, alta densidad de población y estructura productiva con un sector industrial, construcción, servicios, etc., que en los últimos años han experimentado un notable crecimiento. El 85,54% del Valor Añadido Bruto se atribuye al sector terciario, lo que lo convierte en el motor de la actividad económica de la ciudad, siendo Marruecos destino preferente de los intercambios comerciales, de las inversiones españolas y también de las subvenciones europeas apoyadas por España, que es su mejor interlocutora con la Unión Europea.

4).Tras la firma del Tratado de Schengen, Ceuta se convirtió en la frontera sur de Europa. Por aquí pasan auténticas avalanchas de inmigrantes ilegales, teniendo que dar Ceuta acogida a marroquíes (adultos y miles de menores no acompañados, con el gran esfuerzo que España tienen que hacer con ellos), argelinos, subsaharianos, sirios, asiáticos, etc. Con unas fronteras y aduanas bien establecidas se evitarían numerosos problemas para ambos lados.

5). Son muchos los aspectos que unen de forma humana, cultural y socialmente a España y Marruecos, y que ahora mantienen una fecunda relación bilateral de amistad y buena vecindad que debía valorarse más por el país vecino. Las poblaciones de Ceuta y Marruecos mantienen estrechas relaciones humanas, comerciales, sociales y de toda índole. Ambas poblaciones se necesitan y se complementan mutuamente.

6). Una aduana marroquí en El Tarajal aumentaría el tráfico comercial y lo encauzaría legalmente, habida cuenta de que las exportaciones “irregulares” de Ceuta hacia Marruecos se calculan en unos 600 millones de euros anuales, al igual que las de Marruecos hacia Ceuta son también intensas. Y una aduana comercial del lado marroquí regularizaría los flujos y transacciones comerciales, permitiría una mayor penetración comercial en dicho país y tendría una importancia esencial en el tejido empresarial de ambos países, devengando los correspondientes derechos arancelarios a la importación.

7). Con la no existencia de una aduana comercial de Marruecos con España, creo que puede ser el único país del mundo donde no la haya, siendo ello atentatorio contra los derechos humanos más elementales, máxime cuando las mujeres y hombre “porteadores” son explotados al servicio de organizaciones y mafias por cantidades irrisorias que apenas le permiten malvivir. Con una aduana debidamente en funcionamiento, serían esas mafias e incluso empresas solventes las que tuvieran que abonar los derechos arancelarios por la importación de mercancías en Marruecos.

8). La introducción de géneros comerciales de uno a otro país sólo procede legalmente a través de una aduana para su correspondiente despacho, lo que evitaría el contrabando y la entrada-salida de tráficos y personas en muchos casos ilícitos y peligrosos, como drogas, armas y otros ilícitos de naturaleza penal, que serían más fácilmente controlables a través de servicios aduaneros especializados en la materia.

9). El Estatuto firmado por Marruecos con la Unión Europea prevé el reforzamiento de las relaciones comerciales casi próximo a la adhesión, la culminación de una Política Europea de Vecindad y un Plan de Acción de Vecindad UE-Marruecos, en los que se deben establecer acuerdos de libre comercio, agricultura, servicios fitosanitarios, etc; tal declaración constituye una verdadera hoja de ruta para aproximar Marruecos a la UE, en una estrategia de convergencia real de ambas zonas. Para ello, la UE destina recursos financieros muy importantes de los que Marruecos es beneficiario y que en la medida necesaria debería de destinar a crear la estructura aduanera necesaria.

10). Pero es que, además, como en el artículo anterior he puesto de relieve, Marruecos hace ya más de cien años que se comprometió por convenio internacional a instalar una aduana en el Tarajal, según investigué y ya expuse en su día, mediante la firma por el propio Sultán del Convenio de 16-11-1910 y Acta ratificadora de 12-11-1911, en los que Marruecos se comprometía a crear un puesto aduanero comercial en su frontera con Ceuta, pero que lleva más de cien años incumpliendo su creación..

11) También con la implantación de una aduana comercial en el Tarajal del lado marroquí, se podría fin a un flagrante agravio comparativo en Ceuta respecto a Melilla, aun estando ambas ciudades en idénticas situaciones jurídicas en el terreno del Derecho Internacional. Pues, aun cuando Marruecos no quiera reconocer tal evidencia jurídica y ese fuera el motivo de la oposición marroquí al establecimiento de la aduana, ¿qué quita eso ni pone a su creación, cuando las mismas circunstancias concurren en Melilla y un Sultán marroquí en su día la autorizó porque favorecía mutuamente a ambos países?.

Así, aparece en la Gaceta oficial de Madrid de 3-03-1867, página 2, que publica el Convenio entre España y Marruecos para el establecimiento de una aduana en la frontera con Melilla, firmado en Tánger el 31-07-1866, que dice: “En nombre de Dios Todopoderoso…, celebrado entre los muy altos y poderosos Príncipes S.M. la Reina de España y S.M. el Rey de Marruecos, siendo las partes contratantes, por S.M. Católica, D. Fernando Merry y Colom… y, por S.M. el Rey de Marruecos sid Mohamed Vargas (descendiente de moriscos españoles), su Ministro de Negocios Extranjeros, los cuales autorizados en debida forma han convenido los artículos siguientes:

Artículo 1º. S.M. el Sultán establecerá una aduana en la frontera del territorio de Melilla. Artº 2º. El lugar en que dicha aduana ha de establecerse será asignado por delegados marroquíes, de acuerdo con el Gobernador de Melilla, y en el sitio que elijan podrán los marroquíes construir las casas necesarias para la aduana, almacenes y habitación de los Administradores y empleados moros. Artº 3º. Los Administradores de la aduana empezarán a desempeñar sus funciones en el término de 40 días a contar desde la firma del presente Convenio. S.M. marroquí dictará luego con este objeto las órdenes las órdenes convenientes.

Artículo 4º. Por la aduana de Melilla se podrán importar y exportar todos los artículos de comercio que se importen y exporten por los puertos marroquíes. Los artículos prohibidos por los puertos marroquíes se considerarán también prohibidos por la aduana de Melilla. Las mercancías pagarán los mismos derechos que se abonan en dichos puertos, conforme a lo establecido por los tratados.