Nunca segundas partes fueron buenas. Esta expresión, si se quiere acuñar al concierto que Raphael ofrece esta noche
en las Murallas Reales de Ceuta, no encajaría ni un ápice. El de Linares ya conoce esta tierra y lo ha vuelto a hacer delante de un público entregado en cuerpo y alma. Más de 1.800 personas han soñado con los pies en el suelo, incluso muchos de ellos han regresado a su añorada juventud. El fervor ya se respiraba incluso antes de las 22.00 horas, cuando las luces del escenario aún permanecían apagadas. "Llevaba muchos años queriéndolo ver, aún no me lo creo", decía María a sus 75 años, acompañada de su hija, quien comparte el mismo gusto musical que su progenitora. Ambas esperaban "su gran noche". Muchos pensaban que todo lo que estaba aconteciendo era una broma. El jienense estaba escribiendo, o mejor dicho recitando, una parte de la historia reciente de esta ciudad autónoma. "Ya lo he visto en Sevilla, Málaga, Madrid y Barcelona", asegura Gema. No le ha perdido el rastro a este maestro, pero Ceuta era especial, "me ilusiona verlo en el lugar donde me he criado y crecido".
El “escándalo” ha estado más que asegurado. Raphael, ese cantante que no sacia aún su apetito encima de los escenario. Tiene sed de más y a los hechos se remite esta gira en la que pone en valor sus 60 años de carrera musical. Este artista sigue quemando la vida, la continúa cantando y todavía tiene combustible para quemarla
con sus nuevos proyectos. Hace unos días se conocía la noticia de que será galardonado con el premio Billboard Trayectoria Artística y cantará en el escenario de los Premios de la Música Latina 2022, que se celebrará el próximo jueves 29 de septiembre en el Watsco Center de Miami. Aún quedan unas semanas para tal acontecimiento, pero la certeza es que argumentos no le faltan para reconocimientos como este. La noche ceutí se ha llenado de éxitos. Uno tras otro, haciendo un repaso de su último álbum ‘6.0’. Raphael, o sea Miguel Rafael Martos Sánchez, ha conquistado el corazón de sus seguidores gracias a su prodigiosa voz y ese estilo tan particular de interpretación. Con un gesto majestuoso ha salido al escenario, y una vez frente a todos sus caballas se ha inclinado hacia delante. Las palabras han faltado para saludar
de una forma tan delicada.
La acústica lo ha acompañado, fina y segura de que no iba a desafinar. No se sale del guion. La maestría es cosa que muchos aprecian. Canciones como 'Vivir así es morir de amor', 'Mi gran noche', 'Ave Fénix, entre otras, han podido corear los presentes. El público se ha entregado desde el minuto uno, aplaudiéndolo y entendiendo el significado de 'Mi gran noche'. Se ha visto un Raphael que ha derrochado esa juventud que lleva por dentro, interactuando un público que ha llenado sus silencios, demostrando que conoce a la perfección cada uno de sus temas. Todos han disfrutado, Raphael desde el escenario y el público desde sus asientos.