El Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Ramón y Cajal se ha visto obligado hoy a suspender el servicio de comedor escolar que tiene como beneficiarios a 126 alumnos después de que una limpiadora del centro confirmada como positivo de
coronavirus declarase como contactos estrechos al personal de cocina y la Consejería de
Sanidad estimara procedente su puesta inmediata en cuarentena.
Según ha explicado a este periódico el director del centro, Antonio Bravo, la respuesta conforme a los protocolos establecidos fue “inmediata”. En consecuencia, se procedió a tirar la comida que se estaba preparando para el alumnado y se materializó el aislamiento de cocineras y pinches.
Además, se trasladó la situación a la Dirección Provincial del
Ministerio de Educación y Formación Profesional para que, en caso de contar con personal en listas para sustituciones, proceda a su incorporación, algo que de ser posible de inmediato permitiría restablecer el servicio de comedor “el miércoles”, ya que el martes se dará continuidad a las tareas de limpieza y desinfección que con nebulizadores y bactericidas se iniciaron por la tarde.
Si la Administración tampoco cuenta con personal para cubrir vacantes, el servicio no se podrá restablecer, prevé el centro, hasta la semana que comenzará el 9 de noviembre.
El CC San Agustín también ha sufrido contratiempos ligados a la pandemia de la COVID-19 después de que la Consejería de Sanidad haya puesto en cuarentena a seis de sus ocho maestras de Infantil tras la confirmación de un positivo entre ellas, lo que ayer obligó a pedir a las familias de un centenar de estudiantes (cuatro clases) que no acudiesen a las aulas.
Su retorno el martes o, en su caso, hasta el jueves, dependerá de si el MEFP atiende o no la petición de los concertados para contar con refuerzos adicionales de sus plantillas como los centros públicos.