El consejero de Fomento del Gobierno de Ceuta, Alejandro Ramírez, ha apelado este martes a la “solidaridad” y a la “responsabilidad” de todos los partidos con representación en la Asamblea para aprobar provisionalmente el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Ceuta, un documento clave “para que Ceuta siga creciendo y desarrollándose hacia el futuro” y “para que sectores estratégicos con presencia en nuestra ciudad y con un impacto notable en la economía y en el empleo vean en el corto medio plazo un desarrollo directo en materias como construcción, vivienda para mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos y propiciar un impacto directo en el empleo”.
En “un día muy importante para el desarrollo económico y social de nuestra ciudad” tras años, décadas, de espera, Ramírez ha llevado por fin al Pleno antes de dejarlo en manos del Ministerio para su aprobación definitiva “una herramienta imprescindible y obligatoria para dar seguridad jurídica y ordenar el desarrollo de la ciudad”.
“En momentos como estos tenemos la obligación de apoyar actuaciones que redunden en todo eso a través de un documento de marcado carácter técnico”, ha señalado el consejero proponente, que ha resaltado algunos aspectos como el grado de “participación pública alcanzado”, con 176 y 82 alegaciones recibidas en 2014 y 2016. El documento también ha estado abierto a consultas de partidos políticos, instituciones, etcétera y recoge “todas las adaptaciones realizadas por organismos supramunicipales involucrados directamente como Carreteras, Costas, Defensa, Patrimonio Histórico…”.
“Permitirá actualizar los instrumentos de planeamiento a las circunstancias actuales y dará seguridad jurídica a los operadores del segmento inmobiliario y empresarial para generar más inversión, más vivienda, más empleo y más calidad de vida, así como desarrollar sectores estratégicos como el puerto, el turismo, la economía digital, el desarrollo sostenible y el empleo, entre otros, permitiendo una mejora de la competitividad en todos ellos”, ha augurado Ramírez, que ha enfatizado la “flexibilidad” de un Plan “que recoge todos los grandes desafíos que nos hemos planteado y no hemos podido abordar”.
El documento “define las normas de juego del urbanismo sin tener que ceñirnos a las de 1992” y sienta las bases para la construcción de más de 8.000 viviendas durante los próximos 8 años, casi la mitad protegidas, y prevé la “regularización” de barriadas como el Príncipe, La Almadraba o Benzú “a través de Planes Especiales que tendrán dotación económica en abril para empezar a trabajar en ellos de la mano de sus vecindarios y los Grupos Políticos que quieran hacerlo”, ha adelantado Ramírez.
“Ha tardado mucho, pero hoy más necesario que nunca para un nuevo modelo de ciudad”, ha sintetizado Ramírez la importancia de que salga adelante “un documento de todos y para todos” que ha descrito “integrador porque recoge todas las particularidades de Ceuta para afrontar sus retos; flexible porque incluye mecanismos urbanísticos rápidos y adaptables a los retos de futuro; social y sostenible porque recoge equipamientos de todo tipo; y funcional”.
“Es un documento participativo, integrador, flexible, social y sostenible y funcional con un marcado carácter técnico que lo convierte en una herramienta urbanística para desarrollar políticas adecuadas, modernas y adaptadas para responder a los retos del futuro”, ha terminado Ramírez su exposición inicial.
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