-
La Ciudad Autónoma ya ha cumplido tanto con el concurso como el compromiso de una subvención de 350.000 euros
No es que la actual situación ponga en peligro la construcción de la clínica de radioterapia para nuestra ciudad, pero, sin embargo, como no haya un consenso generalizado entre las administraciones, lo cierto es que se puede producir un retraso en el comienzo de las obras.
La situación ahora mismo está centrada en que dentro de muy pocas fechas se producirá la firma del contrato de la Ciudad Autónoma de Ceuta con el grupo Oncosur, que es el propietario de Clínica Radón, para la concesión demanial de la parcela de algo más de mil metros cuadrados que le ha sido adjudicada en el concurso que licitó el propio Ejecutivo del presidente Vivas y que era uno de los acuerdos que se habían alcanzado, en su momento, a tres bandas, entre Ciudad Autónoma, Instituto Nacional de Gestión Sanitaria y Clínica Radón. Además, el segundo acuerdo era una subvención que la Ciudad daría para el mantenimiento de esta inversión en nuestra ciudad y que estaría en torno a los 350.000 euros.
El grupo Oncosur tiene muy claro que aunque tenga ya la posibilidad de iniciar la construcción de la propia clínica no pondrá ni un solo ladrillo, mientras que no tenga la certeza definitiva de que todos los actores de este acuerdo tienen cerrados sus proyectos que les fueron prometidos.
Como es lógico, aquí ahora mismo, hablamos de dos administraciones: por un lado, la Ciudad Autónoma y por otro, el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria. Si nos centramos en el caso de la Ciudad, sus dos promesas ya están cumplidas, pero, en el caso del Ingesa, aún deben licitar un concurso que es abierto a cuantas empresas decidan presentarse para el tratamiento, en este caso en Ceuta, del los usuarios que necesiten de tratamiento oncológico. Un concurso que aún no ha comenzado a andar.
Incluso, fue un asunto que se abordó en la reunión, presidida por Vivas y por el delegado Fernández Cucurull que se mantuvo en el Palacio de la Asamblea el día de la visita del director general del Ingesa.
Con este panorama, parece que dentro de unos días es muy posible que se produzca una nueva reunión a tres bandas para que se conozcan los deberes que ha hecho cada parte y de esa manera por parte del grupo Oncosur se tomen las decisiones al respecto que necesiten en cuanto al comienzo de sus obras.
Una apuesta importante hecha por todos
Cada vez que se planteaba la construcción en Ceuta de una clínica de radioterapia siempre se mantenía la misma opinión: no era viable desde el punto de vista económico y tampoco ninguna empresa privada estaba dispuesta a acometer el proyecto. Hasta que un día se produjo la reunión entre Ciudad, Ingesa y Clínica Radón. Con un estudio encima de la mesa se dictaminó que era posible esa implicación, pero que para ello se debían dar una serie de circunstancias que todas las partes se comprometieron a realizar.
A lo largo de este período, desde que se cerró este acuerdo, se ha llegado a producir hasta un cambio de propietario del grupo Oncosur y que motivó incluso que los directivos que fueron los responsables de cerrar todos los flecos en Ceuta tuvieran que defender delante de esos nuevos propietarios, extranjeros ellos, la conveniencia de seguir adelante con el proyecto de Ceuta y al final recibieron luz verde.
Una inversión por parte de Clínica Radón que estará en más de cinco millones de euros y que, desde luego, tiene un período de ejecución de un año como mucho desde que se coloque la primera piedra.
Si a mi me dan el terreno y me garantizan la inversión y la financiación lo hago yo también. A ver si entre todos os leéis la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas y aprendéis que no se puede regalar ni apalabrar ni amañar un contrato.