Opinión

¿Quo vadis PP?

Que el PP ya no es el mismo que el de Aznar o que hace 5 años, es algo que todo el mundo percibe, y nada tendría de anormal si esto se debiese a la evolución natural de un partido vivo que ¿tiene renovación generacional? Los partidos políticos deben adoptar soluciones a problemas actuales, y eso implica nuevas ideas, nuevas soluciones y una adaptación a los tiempos.
Que el Partido Popular se desarrolle no es en sí un problema, la cuestión es si los actuales populares han mutado tanto que, han olvidado y abandonado sus bases ideológicas que lo constituyeron como primera fuerza política del país, para acomodarse a un clima de corrección política, con la ambición de encontrar y ampliar nuevos nichos de votos; a sabiendas y con el olfato de buen cazador, que percibe una sensata prevención en el electorado ante la atroz oposición política existente. Es tan árido el desierto que hay fuera del PP que se atreven a tensar la cuerda con el votante base hasta lo inimaginable, a la espera de que nadie se atreva a plantearse eso de barcos u honra.
El Partido Popular no es una entelequia. Está compuesto y dirigido por personas reales y quizá sea la actitud personalista con la que algunos barones se mueven, la causa de tanta abjuración de unos principios que ahora, no sé bien a causa de qué vergüenzas se ocultan. Olvidan que fue el PP, con su base ideológica, quien los aupó hasta el liderazgo que ahora pretenden sostener. La gente sigue a un norte y no lo que le marca una veleta.
El país no necesita mesías ni iluminados, sino verdaderos hombres de Estado sin necesidad de alimentar ni egos ni ambiciones. Las portadas, los numeritos y los modelos a la última están muy bien para aquellos que no dan más de sí, pero los que esperamos que el país sea gobernado por gente seria, responsable, con capacidad resolutiva, conscientes del legado político que generan, el personalismo debería quedar oculto tras los verdaderos intereses generales de los ciudadanos.
La corrupción es el caso más grave y claro de cómo el personalismo, el egocentrismo y la ambición perjudican gravemente, no sólo los intereses públicos, sino también los partidistas. Pero existen otras muchas formas de gobernar que perjudican a los populares, como es el caso de la presidenta de la Comunidad de Madrid, que ha iniciado una campaña personalista sobre la educación -léase adoctrinamiento- sexual y religioso de niños y adolescentes. Lo último la inclusión de una asignatura con contenidos LGTBI para alumnos de ESO y Primaria.
Alguien del PP debería decirle que, a lo mejor esa ley es justa, pero que esas no son las prioridades para combatir el paro, la pobreza, el fracaso escolar, la injusticia social, etc., que es lo que verdaderamente le importa a la gente. Y que de haber sabido que esas iban a ser sus preferencias en el gobierno, podría haberse presentado por otro partido político más de acorde con esa escala de preponderancias.

Entradas recientes

El espigón en riesgo que permite el Ministerio del Interior en Benzú

Antes del verano la multinacional suiza SGS Tecnos tendrá que tener listo el informe sobre…

05/05/2024

El Puerto licita por segunda vez el dragado en la dársena de Levante

El Puerto de Ceuta licita por segunda vez las obras para el dragado en la…

05/05/2024

El Ministerio de Trabajo deja en el aire los Planes de Empleo

El Ministerio de Trabajo y Economía Social ha puesto en jaque los Planes de Empleo…

05/05/2024

El tiempo se para en Casa Juanito Arroyo

El tiempo parece haberse detenido cuando paseamos por la calle Doctor Marañón hacia la popular…

05/05/2024

Mamá, te escribo esta carta cuando ya no estás

Este año no será un domingo como los de antes, porque el hogar que tu…

05/05/2024

Dedicada a todas las madres del mundo

Han pasado 36 años desde que mi madre falleció. Y ni un solo día he…

05/05/2024