Los Jardines del Hacho se han convertido en un escenario particular. Desde la madrugada del pasado 26 de diciembre, cuando calcinaron dos vehículos que estaban estacionados en la zona, nadie ha acudido a la barriada para proceder a su retirada.
Lucen por la mañana y por la noche a modo de bienvenida a los residentes de una barriada tranquila que amaneció con la sorpresa de toparse con el paso de los vándalos.
Los presidentes de la fase 1 y 2 han denunciado a El Faro la situación de abandono en que se encuentran los vecinos, expuestos a la inseguridad derivada de la presencia de estas chatarras a cuatro ruedas. Y no les falta razón. Sobre el asfalto quedan los residuos de la quema: cristales desperdigados por el suelo, hierros calcinados... en una zona en la que reside gran cantidad de niños que se exponen a peligros en sus juegos rutinarios. Los afectados reclaman de las instituciones competentes que se proceda a la retirada del lugar del todoterreno y la furgoneta que quedaron inutilizados.