Me encuentro con una nota de prensa de la presidenta del Consejo Diocesano de Hermandades y Cofradías, Encarnación Mercado, colgado en su página web. ¿Quién le ha dado vela en este entierro? ¿Quién ha nombrado al Consejo de Hermandades y Cofradías? ¿O a lo mejor es que ha querido ser condescendiente con el Obispo y con el vicario de la Diócesis?
¿Me puede asegurar que el sentir de las Hermandades y Cofradías de nuestra ciudad es de perfecta comunión con el Obispo de la Diócesis? ¿Usted me puede asegurar que ningún hermano mayor de Hermandades y Cofradías no ha asistido a esas reuniones de los movimientos cristianos de Ceuta donde se busca la unidad de acción para mejorar las relaciones con Monseñor Zornoza?
Pienso que o está queriendo desviar la atención sobre lo que se ha publicado en nuestro periódico y en las redes sociales o bien no se entera de lo que está pasando en la Iglesia de Ceuta, a pesar de ocupar el puesto que ocupa, uno de los más importantes dentro de los denominados movimientos cristianos.
Es presidenta de un Consejo Diocesano que fue humillado por el Obispo de la Diócesis, cuando se negaba a recibirlo, a pesar de las peticiones expresas, y quería dejarlo en un Consejo Local al estilo de cualquier población de la provincia de Cádiz. Un Consejo totalmente dependiente de Cádiz, cuando resulta que somos un Obispado. Está presidiendo un Consejo ahora que ha mantenido su integridad porque otros, antes que usted, lucharon hasta la extenuación.
Le iba a hacer otra pregunta: ¿si tan buenas son las relaciones con el Obispado, dígame las razones por las cuáles no se ha seguido con la tradición y el director espiritual del Consejo no es el vicario de la Diócesis, como lo ha sido siempre y, sin embargo, ese puesto lo ostenta un párroco?.
Pregúntese porqué algunas Hermandades y Cofradías no quieren entregar al Obispado dinero para las obras de caridad, porque al final nada más que se utilizan en beneficio del Estrecho para allá y prefieren entregar esos fondos a las Parroquias de Ceuta y directamente a los párrocos.
¿Sabe que también hay malestar entre los propios pastores de la Iglesia?. Es verdad que no son muchos, pero pregunte, que lo mismo se lleva una sorpresa. Son los primeros que están en desacuerdo con muchas medidas.
Como lleva poco tiempo le recomendaré que hable con algunos de sus antecesores y pregúnteles si echan de menos a Antonio Ceballos Atienza, un prelado que sí entendió el verdadero sentir de la Iglesia en Ceuta.
Le voy a hacer una recomendación, al igual que ha sido tan rápida en contestar a la información aparecida en nuestro periódico, he echado de menos su opinión sobre la falta de humildad cristiana que ha tenido el Obispado con la Ciudad Autónoma. Porque la colaboración del Gobierno ceutí con la Iglesia está fuera de toda duda. Hay muchos ejemplos para explicarlo, entre ellos su Consejo, que recibe una buena subvención cada año, pero esa soberbia para pasar de 4.000 a 20.000 euros en el alquiler de Amor Fraterno no tiene explicación y menos realizada por un hombre de Dios. Y eso que el fin del edificio por parte de la Ciudad era continuar con una guardería, en definitiva, con la escolarización de niños. Esa frase de Jesucrito de "Dejad que los niños se acerquen a mí" ni va con el Obispo ni con su ecónomo.
Lo dicho, le he dado todas las explicaciones, pero vuelvo a repetir la misma frase con la que comencé este artículo, porque sigo sin entender ¿quién le ha dado vela en este entierro? De otro mundo.