“Queremos que aparezca Mohamed”

Perder a alguien es duro. Nada puede calmar esa agonía y sólo, de forma parcial, se ayuda a conseguir cierto sosiego cuando el cuerpo es encontrado. Y eso es lo que busca la familia del joven Mohamed Alí Amejjiou, encontrar su cuerpo. Porque desde que el pasado miércoles, de madrugada, saliera con dos de sus amigos a practicar pesca submarina para entrenarse nada más se ha sabido de él. Mohamed, marroquí con residencia en Ceuta, es vecino de la barriada Juan Carlos I. En uno de esos bloques vive con su joven esposa Hanane, y de ella se despidió el martes por la tarde cuando decidió marchar a Castillejos, a casa de su madre, para, ya de madrugada partir con dos de sus amigos a Punta Leona para  practicar su gran afición, la pesca submarina.
De su cartera, la joven Hanane saca la licencia de pesca que obtuvo Mohamed el pasado junio, también su tarjeta de la Seguridad Social, la de residencia, el libro de familia... todo lo lleva todo consigo, y a esos documentos se aferra a la espera de que se encuentre a quien más quiere, su esposo.
La familia de Mohamed, de 32 años, está desesperada. Pasan los días y nada saben del joven. “Necesitamos ayuda, colaboración, que venga gente a ayudarnos a buscarlo... queremos una respuesta, que aparezca Mohamed”, expresan en el encuentro que mantienen con ‘El Faro’ en un local cercano al CAS. Allí había acudido en varias ocasiones Mohamed para participar en trofeos deportivos organizados. Ahora precisamente se estaba entrenando para intentar conseguir la mejor puntuación en el campeonato de pesca submarina de Tánger, que tendrá lugar el próximo 21 de octubre. A Mohamed le conocían muchos amantes de este deporte, una afición a la que se entregaba en cuerpo y alma desde crío. “Lleva muchos años con esto, empezó con casi 17, tiene una gran experiencia, ha pasado muchas pruebas”, apunta uno de sus amigos. Además de ser experto, “tiene varios diplomas y le ha dado clases Paco ‘apnea”, añaden.  Mohamed además enseña a los menores que quieren meterse en un mundillo que goza de un gran seguimiento tanto en Ceuta como en Marruecos.
¿Pero qué pasó el miércoles de madrugada? Los dos amigos que acompañaron en su salida a Mohamed fueron los primeros en dar la voz de alarma cuando, al salir a superficie, vieron que su amigo no estaba con ellos. Su instinto inicial fue sumergirse de nuevo para buscarlo, pero las corrientes y los remolinos que se concentran en esta zona se lo impidieron. Desde ese momento nada se sabe de él. Los familiares han pegado a todas las puertas que se les ocurre, han denunciado su desaparición en Marruecos y, a través de las redes sociales, se pusieron en contacto con Franci Valero, que se ha convertido en su gran apoyo en estos días. Él fue quien también difundió la alerta por facebook, sumándose a la búsqueda del joven con su propio barco, acompañado de su mujer Érika y algunos amigos. La tarea es complicada, la zona en la que se dejó de ver a Mohamed es una locura de corrientes, remolinos y cambios que complica enormemente la labor. El propio Valero ha sido testigo de ello.
Ayer un familiar de Mohamed consiguió localizar el fusil de pesca submarina que estaba utilizando para entrenarse. Estaba amarrado a una roca, a unos 8 metros de profundidad, lo que les hace sospechar que Mohamed lo dejó allí para ir a buscar la lanza, que es lo que no han encontrado todavía. “Nos hemos sumergido por varias zonas, llevamos dos días de rastreo... y nada”, lamentan.
Por eso piden ayuda, ayuda de España, de la Delegación del Gobierno para que intente, gracias a esas relaciones que dicen son tan buenas con Marruecos, buscar a Mohamed. Lo que ahora necesita la familia son hombres expertos, buceadores que puedan orientarles para localizar el cuerpo, que podría haber sido arrastrado hacia la zona ceutí. “Todo lo que nos puedan ayudar es bueno, cualquier colaboración porque estamos desesperados”. Y es que, como apuntan, cada hora que pasa juega en su contra, en contra de las esperanzas de la joven Hanane, de los padres de Mohamed, de sus amigos. Saben que quiso salir del mar, que encontró su fusil, que estuvo muy cerca de sus compañeros... y ahora quieren recuperarlo, pero hace falta unión, apoyo y voluntad. Necesitan encontrarlo.