Señoras y señores de la política y de las instituciones públicas hagan el favor!!!!, una y mil veces más la improvisación por bandera en la marinera ciudad. Amanece el día con otra inquietante pregunta en el chat que hemos creado para hablar e intentar proteger y poner al servicio de todos, la ya afamada y simpar Sirena de Punta Almina. En el mentado chat interactivo nos reunimos espontáneamente personas preocupadas por la conservación de la naturaleza y la educación ambiental en Ceuta; miembros de la SEO-Birdlife y de Septem Nostra-Ecologistas en Acción.
Que más se puede indicar sobre esta espinosa cuestión sin caer reiteradamente en la odiosa repetición de argumentos a favor de una causa justa como la que estamos defendiendo.
Es tan difícil entender que solo deseamos que todos los ceutíes podamos disfrutar de un pequeño y excepcional espacio para el esparcimiento mientras se hacen rutas por nuestro emblemático Monte Hacho. No obstante, la tribu política nunca defrauda y siempre hay margen para la nueva noticia incomprensible, el rumor absurdo y desconcertante y las ocurrencias imposibles e inverosímiles. Desde que se hizo oficiosamente público el extraño anuncio sobre la supuesta cesión del edificio de la antigua Sirena a la Universidad Hispalense ha llovido mucho y de manera intensa estos benditos últimos meses que tanto han beneficiado al campo y el medio forestal ceutí.
Al parecer esta lluvia no ha hecho reverdecer mejores intenciones en las cabezas pensantes de nuestra asamblea política siempre enfrascada en disputas peregrinas y luchas de poder (esto realmente no se puede negar porque es la tónica general del uso y abuso de los representantes políticos en Ceuta; aquí participan intensamente en elevar la discordia).
Se cuenta de “buena tinta” que al parecer se quieren llevar las dependencias de la consejería a la Sirena!!!!!. Como ocurrencia de final del invierno y primicia primaveral no está nada mal y puede que levante el ánimo a aquellos alicaídos con los ecos de sociedad municipal tan recurrentes y poco sugerentes de los últimos tiempos convulsos.
Sin embargo, como realidad factible ya no nos parece tan apropiada puesto que uno no se imagina a los funcionarios yendo a trabajar rodeados de tan escarpado acantilado azotado por los vientos más violentos de nuestro magnífico estrecho. Además, como iban a poder trabajar con tanto ruido ventoso y otras incomodidades inapropiadas; la elevada productividad acumulada por esta afamada consejería se vería comprometida.
De ninguna manera el actual consejero del área podría permitir tal afrenta a la labor municipal; nuestro colectivo se opone enérgicamente por el buen nombre del medioambiente municipal que tantos éxitos lleva cosechado hasta el momento. Hasta la propia comisión europea se hace eco de su labor medioambiental en relación a los espacios protegidos; quién osaría dudar de ello estando en su sano juicio.
Disculpen nuestras ironías, entiéndanos un poco, también necesitamos nuestro pequeño y modesto desahogo popular pero preferimos emplear estos juegos lingüísticos que entrar directamente a degüello. Intentamos no sembrar discordia sino flores de paz y amor pues sepan que las críticas demasiado endurecidas dañan más al que escribe que a los receptores de las diatribas ecologistas.
No serviría de nada vapulear fácilmente a la consejería del área pues no se van a cambiar las cosas por realizar esos excesos con la pluma y entiendo que crearíamos un enorme rechazo además de procurarnos una mala conciencia por haber sido demasiado severos con una responsabilidad que a fin de cuentas es de todos y cada uno de nosotros. Tal y como bien indica Pablo d’Ors todos ganaríamos mucho si en vez de enjuiciar las cosas las afrontáramos y nos implicáramos más en la resolución de los problemas.
Si juzgar y criticar no parece que solucionen este tipo de asuntos, tampoco sentirse concernidos en este asunto y en la cuestión cultural y ambiental de Ceuta es suficiente para poder influir en la resolución de los problemas compartidos. Limitarse a observar los acontecimientos puede ser una buena afición que alienta la vigilancia ciudadana ante decisiones arbitrarias pero tampoco procura soluciones a los problemas; las denuncias judiciales son muy complejas y no poseemos presupuestos para ayudar a llevarlas a cabo amén de que la propia institución municipal interpone sus recursos con todos los medios legales y económicos a su disposición.
Por lo tanto, a pesar de que no nos están preguntando ni consultando nada de nada en relación a este tema realmente nos preguntamos como podríamos ayudar a la Administración Municipal, los Partidos Políticos implicados en la asamblea de Ceuta y la Delegación del Gobierno a tomar la decisión más correcta. Desde luego, el uso y disfrute de la mayoría de la población debe prevalecer en la decisión que se llegue a tomar y por ese motivo insistimos en que se establezca un itinerario cultural, deportivo y ambiental alrededor del Monte Hacho que pase por las instalaciones de la Sirena de Punta Almina.
Como otras tantas veces hemos venido indicando: convertir este espacio en un lugar de ocio y disfrute para todos; un balcón donde mirar al círculo sagrado del estrecho y soñar con la eternidad. Punto de encuentro ocasional de caminantes y senderistas y pequeño centro de interpretación del Parque Cultural y Natural de nuestro precioso y emblemático monte y su simpar litoral. Bien expusimos nuestras ideas consensuadas con el más básico buen sentido y proporción sobre los usos adecuados a la ubicación del edificio de marras.
Como no vemos posibilidades de colaboración en lontananza ni atisbo de interés alguno por parte de los poderes políticos y estando la situación en este punto, no parece que lo más serio sea tomarse demasiado en serio las declaraciones esporádicas que hacen los representantes políticos para adjudicar un uso determinado al edificio referido. Quizá una posible solución sería que desde la plataforma improvisada en defensa de la Sirena hagamos una propuesta en firme con un pequeño plano de usos para el interior y los alrededores y lo planteemos en rueda de prensa.
Esto podría ser una buena declaración de intenciones honesta y directa; posteriormente se pueden solicitar audiencias concretas tanto a la Delegación del Gobierno como a la Ciudad Autónoma para intentar convencer de la bondad de nuestro proyecto de ideas; la ausencia de intereses económicos ocultos por nuestra parte y el compromiso de trabajar en beneficio de todos, la conservación de la naturaleza y la educación cultural y ambiental.
Creo que es una idea factible y seguro que tendremos a los medios de comunicación muy interesados en difundir la propuesta. No podemos dejar por más tiempo las decisiones del uso de la Sirena de Punta Almina en manos de las administraciones que se están mostrando claramente incompetentes en resolver de una forma razonable y apropiada esta cuestión.