La publicación del traslado a
Melilla de la oncóloga Hanan Ahmed, trabajando por la sanidad pública ceutí desde 2017, ha generado una ola de indignación y tristeza entre los pacientes. Este lunes ella tampoco ha podido reprimir las lágrimas. Ha sido destinada a la ciudad hermana donde continuará su carrera, pero atrás quedan tratamientos, pacientes y, sobre todo, personas que han confiado en su profesionalidad y perspicacia con tan buenos resultados para tantos usuarios. Los pacientes no se quedan sin especialista en Ceuta: los familiares han tenido conocimiento de que un facultativo asumirá la plaza que ocupaba la doctora Ahmed. Sin menospreciar los conocimientos ni la solvencia de quien está por llegar, los usuarios ya echan en falta a la facultativa con tan solo pensar en su ausencia. Se ha ganado el afecto de los pacientes con su máxima: “La
Oncología va de la mano de la empatía”. El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (
Ingesa) publicó a finales de noviembre la resolución por la que nombra el personal estatutario fijo en la categoría de Facultativo Especialista de Área en Oncología Médica después de realizarse las oposiciones correspondientes a 2016. Una de estas personas es la doctora Ahmed a quien, como figura en el BOE, se le adjudica como destino Melilla. Sin embargo, Ingesa ha precisado que la médica aún no se ha marchado de Ceuta y sigue en su puesto de trabajo porque, hasta que no haya toma de posesión, no hay ninguna adjudicación. El propio director territorial, Jesús Lopera, tiene previsto reunirse con la oncóloga para tratar este asunto. Familiares de pacientes aseguran que Ingesa cuenta en Ceuta con tres plazas de Oncología, pero solo tiene cubiertas dos, la que desempeña la doctora Ahmed hasta el momento y la de Mohamed Hassan Bennis. Según estos parientes de usuarios, existe una tercera plaza al descubierto que, en su deseo porque permanezca en Ceuta, sostienen que podría serle asignada a ella (mediante una comisión de servicios) o al doctor destinado a Ceuta tras la OPE. De este modo, Ingesa reforzaría la especialidad en una ciudad a la que es complejo atraer, pero también fidelizar, a los profesionales de la sanidad. Estas familias están dispuestas incluso a recoger firmas para visibilizar su apoyo a la facultativa.