Las obras, ahora paralizadas, de la plaza Nicaragua, en Ceuta, siguen dando de qué hablar. Ahora se trata de una queja vecinal desde la zona. Concretamente, es referente al acceso que utilizaban habitualmente los vecinos de la calle Bolivia hasta que, a finales de agosto, este fue cerrado a causa de los trabajos que, en ese momento, todavía se estaban ejecutando.
En ese momento, puesto que se trataba de una incomodidad, en teoría, pasajera, los vecinos de la zona entendieron el cierre. Así las cosas, empezaron a utilizar las escaleras que se ve en la imagen para salir del barrio, un camino mucho más tedioso y que les triplica el tiempo necesario para ir hacia cualquier punto de la ciudad.
¿Qué es lo que ocurre ahora? Pues que hace pocas semanas se conoció la orden de paralización y, como es lógico, ya no tienen esperanza en que a corto plazo la obra continúe. ¿Qué necesitan? Ellos mismos lo cuentan y trasladan experiencias de lo más duras.
“Sabemos que el hecho de que sigan o no las obras no está en nuestras manos, pero por favor, que nos devuelvan nuestro acceso”, pide una de las vecinas, que tiene un bebé de pocos meses y, manifiesta, se siente ‘enjaulada’ porque para ella, salir sola con el bebé implica un camino de permanentes obstáculos ya que debe hacer varios viajes subiendo y bajando escaleras para poder salir del barrio con el carrito de bebé.
Y es que, ir a una simple revisión médica les supone un esfuerzo mayúsculo. El temor, aparte, es que ocurra alguna emergencia, pues también hay vecinos mayores, con movilidad reducida, para quienes esas escaleras suponen un obstáculo prácticamente insalvable.
De nuevo la accesibilidad se convierte en la gran asignatura pendiente en muchos puntos de la ciudad. En este caso el vecindario solo pide, a quien le corresponda, que vuelvan a habilitar el acceso habitual a la calle para poder entrar y salir a sus casas de forma más rápida y, sobre todo, más segura para todos.