Dentro de muy pocos días se celebrarán las elecciones europeas en las que se elegirán las personas que constituirán su Parlamento durante unos años.
La primera impresión, acerca de ellas, es que habrá una gran abstención. Si se habla con los amigos hay algunos que se sienten casi ofendidos porque uno diga que acudirá a las urnas, ese día, para depositar su voto. ¿Es un acto malo ir a votar porque Europa nos lo solicita? Tal vez no lo consideren un acto despreciable pero, cuando menos, lo tachan de inútil y que, en consecuencia, no merece la pena tomarse la molestia de acudir a esa llamada que nos hace Europa; nuestra Europa. Es necesario que no olvidemos que somos Europa, tanto geográfica como anímicamente. La Geografía nos une y las distancias no son hoy día motivo importante de separación ya que las comunicaciones, de todo tipo, son ágiles y permiten pasar el día en distintos países europeos. Nos conocemos mucho más que hace años y hay un intercambio de personas bastante grande a lo largo de cada año para disfrutar las ventajas climáticas y culturales de unos y otros lugares europeos.
El conocimiento de algunos idiomas se va haciendo mayor cada día, aunque haya algunas naciones cuyo idioma resulta muy complicado para quienes tenemos raíces latinas en nuestro idioma. Como ejemplo puedo decir que de mi familia hay tras personas –una hija y dos nietos– que habitan en Suiza, Inglaterra y la República Checa. Europa es así. Hay que tener muy presente, igualmente, el planteamiento geoestratégico que existe en el mundo, en ésta última época, así como los fundamentos de la Economía en los que basan su poder algunos grandes países del mundo y que nos afectan directamente. Hoy día - aunque suponga algo muy duro - hay que estar menos apegados a la caricia de nuestro lugar de nacimiento, a ese sentir especial de lo familiar que nos resulta el pueblo o la ciudad en la que nuestra familia tiene sus raíces. Siempre lo tendremos pero ello no debe impedir que nuestra mente y actividad se dirijan e incluso se asienten en otros lugares de Europa, porque ahí, en esa amplitud, está hoy la demanda de esfuerzo, de todo tipo, de los europeos; que es lo que somos.
Hace un par de días ha habido un nuevo acto de acercamiento entre China y Rusia. El Presidente Putin ha viajado a China para firmar un plan de suministro de gas a ésta nación de Extremo Oriente.
Parece que nos queda algo lejos, geográficamente, pero el entendimiento entre esos dos grandes países, con ánimo de hacerse más fuertes, pero ello supone empequeñecimiento de los demás: incluida Europa, naturalmente, y como consecuencia una parte de ésta que es España.
Creo, sinceramente, que por motivos como ese es fundamental ir a votar en estas elecciones europeas. El dominio del mundo no ha terminado de completarse y el empeño por hacerse con él es grande y con diversos planteamientos.
Evidentemente hay problemas sumamente importantes en nuestro país que están pendientes de solución. Todos lo sabemos y a todos nos duele; pero pensar en Europa e ir a votar el próximo Domingo no es dar la espalda a esas cuestiones que tanto nos duelen y que hemos de seguir luchando frontalmente contra ellas. Es nuestra obligación igual que lo es el querer una Europa fuerte e influyente en el mundo. Ahora toca hacer el pequeño esfuerzo de votar pensando en el bien europeo, que es también el nuestro.
Ir a una zona conocida o aproximarse a un lugar donde haya personas. Son algunas…
Gerardo Pizones consiguió acabar sexto en la categoría Master 50 del campeonato de España de…
Asociación de Promotores y la Confederación de Empresarios de Ceuta han mantenido este lunes una…
Evaristo Carrió, el que fuera entrenador del Ceuta en la temporada 89-90 ha fallecido este…
El CEIP Santa Amelia ha convertido este 25 de noviembre en una jornada de reflexión…
La Asociación de Vecinos de Sidi Embarek expresa su descontento y desánimo por la falta…