Redondo se alza como protagonista en solitario de Vox, mientras sus compañeros más reconocidos pasan al ostracismo.
¿Recuerdan aquellos plenos donde Vox protagonizaba tensiones y polémicas? ¿Recuerdan aquella Asamblea donde los insultos, los ataques personales e incluso las amenazas hacían tambalear los cimientos de nuestra convivencia? No es lo único que ha cambiado en la formación ultraderechista.
Con el cambio de legislatura veíamos cambios que dejaban perplejos a quienes frecuentan los entornos de los partidos políticos de nuestra ciudad. Uno de los más llamativos fue la defenestración de un Verdejo que pasaba de ser el ariete de Vox, a ser destituido de la portavocía de su grupo ocupando desde entonces un discreto lugar en la bancada trasera de la Asamblea.
No es el único cambio de asiento de Vox, pues en la sesión correspondiente al mes de septiembre, fue la exdiputada nacional Teresa López quien era desplazada de su asiento de forma abrupta sin que se diera ninguna explicación al respecto. A día de hoy no se ha comunicado públicamente su destitución de la portavocía adjunta que aún ocuparía desde junio del pasado año.
Esta situación deja como único protagonista de su grupo a Juan Sergio Redondo, al que desde hace un año no se ve en ningún acto institucional con alguno de sus compañeros diputados. Sí lo podemos ver a menudo desde hace meses en compañía de Ana García, asesora del grupo en Ceuta que fue la última candidata en la lista del partido para las elecciones europeas y responsable de relaciones institucionales de los de Abascal.
Junto a los cambios de la puesta en escena, Redondo ha dejado de convocar las ruedas de prensa a las que acostumbró a los periodistas locales (ninguna en esta legislatura). También ha dejado de anunciar las “mesas informativas” que el partido venía instalando en las calles de la ciudad con cierta regularidad. La última de ellas anunciada a través de las redes sociales se remonta al mes de mayo en plena campaña para las elecciones europeas. Su exposición pública se circunscribe a sus intervenciones en la Asamblea y a comunicados remitidos por el área de prensa.
Todo lo demás en torno a un partido tan hermético queda en el terreno de la rumorología. Lo que sí parece estar fuera de dudas, es que Redondo ha reforzado su liderazgo solitario y que ya no queda nadie cercano que le usurpe algo de protagonismo.
Aquí no se trata de usurpar, que ya no sabéis que inventar para atacar a Vox,hasta ahora el único partido que defiende los intereses de España
Jajajaja el barco se hunde tanto local como nacional prepárense para desaparecer amigo jajajaja España sigue adelante como siempre y vox sobra