Que no nos cuenten milongas

Muchas veces esta bien que en el ciclo de vida se produzcan cambios, ya sean intencionados o bien porque no tengamos otra opción, pero sea por la circunstancia que sea, esta vez, está claro que temas que se iban dejando de lado, en tales circunstancias, hay que asumirlos si o si.
Y lo que de verdad no comprendo es, como una parte de los funcionarios que están mas activos en este tema de las movilizaciones, sean de los que mas privilegios tienen, de hecho están intentando dejar de lado a los sindicatos porque no se ven representados en ellos, dejando claro también que los sindicatos, por mucha defensa que quieran hacer de los trabajadores, en algunos casos se dan cuenta que carecen de argumentos para su defensa.
Se podrá poner como excusa el tema de la crisis, que es a nivel local, nacional e internacional, pero lo que nadie me podrá negar es que en el caso nuestro es mas estructural, producida por el déficit tan descomunal que tenemos, para una ciudad de unos 82.000 habitantes, vamos, que hay que decirlo claramente, estamos en quiebra técnica, pues no es que lo diga yo, se ve claramente y  sobre todo hay un signo significativo que dada nuestra deuda, los bancos ya no están dispuestos a prestarnos mas dinero, pues lo que se ha tratado en la reunión con el señor Rato que seria sobre unos 13,5 millones, a lo mas que ha llegado ha sido a 1,5 millones, vamos ni para pipas como esta la cosa.
De ahí que dadas la circunstancias, en esta ocasión están mas que justificados los recortes en los sueldos y complementos que esto llevan, pues al estar estructurado de forma piramidal, donde primero hay que recortar es por la cúspide, pues es allí donde los emolumentos son mayores, ya que no es lo mismo recortar un 5% sobre un sueldo de 4.000 euros, que sobre otro de 1.500.
Ellos mismos deberían ser mas solidarios con sus compañeros, pues aquí de lo que se trata es de que ya no hay dinero para sostener ese capitulo I, cosa que se sabia desde hace mucho tiempo, pero como la elecciones son tan seguidas y esa casta enquistada en la cúspide se creía intocable, pues ahora que se ven amenazados sus privilegios, ya no le sirven ni los sindicatos.
Y no es que yo este en contra de que cada uno defienda sus derechos, sino que sean consecuentes y vean como esta la situación y dejen a los sindicatos trabajar, que lo harán mejor o peor pero siempre serán más útiles para negociar.
Se imaginan si esta “casta”, como yo les llamo, consiguen que todo sigua igual, si eso ocurre, seria totalmente contraproducente, pues la sensación de intocabilidad les haría creerse con derecho suficiente para ser ellos los encargados de dirigir el futuro tras las bambalinas , pues si no se hace lo que ellos digan y sea necesario de su consentimiento para realizar los cambios estructurales necesarios para asegurar la supervivencia económica de nuestras instituciones, mal vamos, corriéndose el riesgo de que en algún momento se piense que para paliar todos estos males al final se rompa la cuerda por el sito mas débil que no es otros que el colectivo formado por los funcionarios que forman las escalas inferiores y menos privilegiadas.
Y con ello no quiero decir que estos sean los directamente responsables de la situación, mas bien achaco esta responsabilidad a los políticos que últimamente nos dirigen, pues es evidente que por motivos varios no han hecho bien su trabajo, ya que parece ser que les va mas la demagogia que atajar de una vez por toda este problema de los funcionarios, poniéndose de una vez por todas a trabajar para crear empleo, que es lo que de verdad nos acucia en estos momentos.