"La ilusión nunca ha de perderse", dice el mejor árbitro de fútbol-sala del mundo

El colegiado internacional y nombrado mejor árbitro del mundo de fútbol-sala en 2012, Fernando Gutiérrez Lumbreras, estará hoy presente en la inauguración de la 'Campaña de Captación de Nuevos Árbitros' orquestada por el Comité de Ceuta.
Salmantino de nacimiento y vallisoletano de adopción, está ligado al mundo del arbitraje desde 1986 y habla para 'El Faro' del por qué de su visita a Ceuta y de su andadura como colegiado.
–¿Qué va a transmitir a los colegiados de fútbol-sala ceutíes?
–Vamos a hablar de cómo un árbitro joven de fútbol-sala llega a ser internacional. Yo contaré mi experiencia y de cómo he llegado a ser elegido como el mejor del mundo.
–¿Qué le dice a alguien que se está pensando si quiere ser o no árbitro ?
–Primero le tiene que gustar el deporte. Tiene que ser una persona sana, y si entra a formar parte del arbitraje es para ver los toros desde el otro lado de la barrera.
–¿Y cómo llega usted a formar parte de este mundillo?
–Yo era jugador de fútbol, federado con mi ficha, y arbitraba fútbol-sala. Así tuve la oportunidad de ver los dos puntos de vista, de jugador y de árbitro. Y así comenzó mi carrera.
–Una decisión difícil teniendo en cuenta que la figura del colegiado no está bien vista.
–Es cierto que hay muchos sinsabores. La figura del árbitro esta, injustamente, poco valorada. Pero creo que hay más ratos dulces y exitosos que tristes y complicados. En mi carrera de 26 años los momentos menos agradables los cuento con los dedos de una mano, y los de encontrarme a gusto es la mayoría de las veces.
–¿Qué diferencias, en general, existen entre ser árbitro de fútbol y fútbol-sala ?
–Lo primero y fundamental son las dimensiones del terreno de juego, por lo tanto movimiento, posición y control de partido es diferente.
–¿Nunca le picó la curiosidad de pitar fútbol once?
–Empecé a ser árbitro de fútbol-sala con 16 años, muy joven, y he dedicado mi vida, de forma exclusiva, a esta modalidad. Es verdad que el fútbol once es muy apetecible, bonito y mediático, pero nunca opté por cambiar. Me quedan tres años para cumplir mi edad reglamentaria y me retiraré, si dios quiere, en fútbol-sala.
–¿Que es lo primero que no le puede faltar a un árbitro?
–En primer lugar concentración. Un árbitro tiene que estar concentrado durante todo el partido para que no se te escape ningún detalle. Si te vas un solo momento, por lance de juego o público, vas a cometer errores. Tiene que estar preparado física y mentalmente, y por supuesto, e importante, no perder nunca la ilusión por arbitrar, independientemente de la categoría en la que pites. Si te lo tomas como un trabajo te va a salir muy mal.
–¿Se puede hablar de una presión superior a la de un jugador?
–En muchos momentos sí. El futbolista tiene momentos de respiro, y el árbitro de principio a fin no puede perder de vista el partido.
–¿Defectos a evitar?
–Cuando has marcado una infracción hay que olvidarla y estar pendiente de la siguiente. No puedes pararte a pensar si te habrás equivocado o no. Volvemos a lo de antes, pierdes la concentración y cometes muchos errores.
–¿Ve la repetición de sus partidos, sobre todo si se equivoca?
–Por supuesto. Si he cometido un error me llevo un disgusto. Pero es bueno verse para corregir detalles. Y si ha habido un fallo, pues intentas buscar la explicación, porque como más se aprende es de los errores.
–En el baloncesto NBA se para el juego para revisar jugadas ¿Qué le parece?
–Personalmente no estoy a favor, porque empezaríamos a ver las jugadas de gol y acabaríamos parando el partido por una triste falta. Al final la televisión rearbitraría los partidos y creo que perderíamos la esencia del deporte.
–¿La prensa es enemiga o amiga de los árbitros?
–Ni una cosa ni la otra, pero sí es cierto que cuando se equivoca un árbitro la semana siguiente ese error sale más de lo que debería. Lamentablemente este país está montado así, y el blanco de las iras de periódicos y aficionados se cargan en el árbitro, y no por ejemplo en un jugador que ha podido fallar una ocasión decisiva.
–¿Qué haría usted para evitar este tipo de situaciones?
–Es complicado. La figura del árbitro está desprotegida, aunque desde el punto de vista del Comité se trabaja duro en ello. Es más cuestión de prensa. Tenemos el caso de que un jugador de Primera División que hizo el gesto las esposas será denunciado, y lo veo bien.
–Pero ha dicho que se queda con lo bueno y fue elegido mejor del mundo, nada menos.
–Fue una sorpresa y una satisfacción porque tenemos grandes árbitros. Y personalmente, después de tantos años, es una alegría que me hayan votado personas que no conozco. Para mí es un premio, un broche a mi carrera.