Ahora que la luz de mi vela se proyecta al infinito, seguimos con la positividad del estado mental llamado esquizofrenia.
En un primer momento, habremos de descubrir cuál es el principal condicionante de la salud mental.
Miro alrededor, recorro todas las distancias que me fueron dadas, y llego a la conclusión de que la salud mental está condicionada fuertemente por el desarrollo del lenguaje.
Entendemos el lenguaje como la capacidad del cuerpo humano para apropiarse y relacionarse con la naturaleza, hasta hacerla un lugar habitable. La evolución de los seres vivos ha querido que el cuerpo humano esté especialmente dotado para la comunicación, es decir, para el ejercicio del lenguaje.
Las cuerdas vocales para la dicción; los oídos para recoger los sonidos; los ojos para la observación; y al fin, la mente, para gestionar la experiencia vital hacia el disfrute de la belleza. La mente funciona en base a la información que registran los sentidos.
Por otra parte, términos tan importantes como el lenguaje, o la salud mental, no son expresiones perfectas: están sujetas a la escala de calidad. Cuantas más certezas albergue y estructuren nuestro lenguaje, mayor será la posibilidad de gozar de salud mental.
Si hemos de establecer una correlación, diremos que la calidad del lenguaje es semejante a la luz, al orden, y en última instancia a la salud.
El mayor grado en la calidad del lenguaje sería el punto de entendimiento, o explicación. Esto ocurre cuando la mente tiene las formas y los recursos suficientes como para explicar la experiencia que ocurre en los adentros.
Según esto, es fundamental trabajar el funcionamiento del lenguaje a la hora de establecer un proceso de recuperación.
Para alcanzar el horizonte de la luz, de la explicación, hemos de partir del punto de indefinición, es decir, hemos de tomar conciencia de que nuestra función mental está fallando. O dicho de otro modo, hemos de cuestionarnos, hemos de despertar las dudas.
Solo en el estudio de nuestro mundo interior encontraremos las claves, las certezas, los puntos de luz, que iluminen nuestras dudas y nuestras inseguridades.
La mente es un órgano en constante creación, y los seres humanos tenemos la facultad de manipular los pensamientos, y de alumbrar otros nuevos. Entre el punto de indefinición y el punto de entendimiento existe un espacio que debemos conocer, si queremos sentar las bases de la deseada recuperación. Es lo que conocemos como laberinto de la confusión.
En la medida de que seamos capaces de narrar nuestra experiencia mental, de llenarla de certezas, así será el pronóstico de recuperación y de encontrar una salida en esta sociedad de la exigencia.
El PSOE de Ceuta planteará al Gobierno de Vivas cuatro interpelaciones en la próxima sesión…
Ceuta es un lugar con mucha historia y todo ceutí conoce, o ha escuchado hablar…
“Está en el cielo por donde esté”. Aixa Mohamed recuerda a diario a quien era…
En el mundo de las estafas, la creatividad de los delincuentes no tiene límites. Echan…
El Poblado de Regulares cuida, como el tesoro que son, a las viudas de los…
El pasado mes de octubre en el Congreso de los Diputados se votó a favor…